CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En Victoria más de 5 mil familias viven en condiciones de hacinamiento en colonias populares y fraccionamientos de interés social, donde los constructores edificaron miniviviendas que no cumplen con las normas para que sean habitadas por una familia.
Otras dos mil personas que tuvieron acceso a un crédito hipotecario sufren el mismo problema al adquirir minicasas que no cumplen con los requerimientos de espacio, ventilación y confort.
Los inquilinos de una casa de INFONAVIT toleran de mala gana habitar y dormir en mini viviendas de 30 a 40 metros cuadrados que compraron a precios muy altos y con materiales de mala calidad.
“Aquí das un paso y estás en el baño, dos pasos y llegas a la cocina, mientras que en la sala sólo caben dos muebles, porque el espacio no lo permiten y una minimesa es el comedor”, dijo Juan Mendoza, un habitante del fraccionamiento Azteca.
En estado de hacinamiento viven familias de cuatro y seis miembros, quienes se ven obligados a compartir este pequeño espacio.
El sector tiene casas de 3.5 metros de frente por 16 de largo. “Es un martirio vivir ahí”, aseguró Fidel Rodríguez, vecino del lugar.
Su mini casita de dos recámaras la comparte con su familia, compuesta por dos niños y su esposa.
“No quiero imaginarme cómo viven mis vecinos de enfrente, que son seis de familia; tres hijos, la abuela y la pareja, ya que los espacios son muy reducidos”.
Dijo que fueron casas que compraron por la necesidad de tener un lugar donde vivir y porque eran más accesibles los precios en comparación a otras que se ofertaban.
“Son 56 metros, de los cuales sólo 30 están construidos, y las familias nos las hemos ingeniado para ampliarlas hacia arriba, que es la única opción que tienen para crecer”.
Agregó que en estas viviendas se tiene que aprender a compartir los espacios, ya que la mesa del comedor igual sirve como escritorio para que los niños hagan las tareas o como ampliación de la sala, que es diminuta y en la que no caben más que dos muebles comprimidos.
“Me vi en la necesidad de comprar esta casa ya que tenía poco tiempo trabajando y me urgía donde vivir con mi familia, porque la renta me asfixiaba y con el poco dinero que tenía cotizado en el INFONAVIT la adquirí”.
Explicó que aún recuerda el lema de la empresa desarrolladora, que ofrecía las viviendas: “Comprar una casa, te cambiará la vida”. En efecto, eso sucedió, pero para mal.
En México, las medidas establecidas de viviendas en el país están 43 por ciento por abajo de la normatividad internacional, de acuerdo a un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A los trabajadores que reciben tres salarios mínimos sólo tienen acceso a comprar una vivienda de este tipo y destinarse a vivir en casas de 35 a 40 metros cuadrados.
Es por eso que la vivienda resultó ser uno de los mejores negocios para los constructores, al aprovechar extensiones de terrenos para ubicar cientos de casas con espacios reducidos.
El delegado de la SEDATU en el estado Sergio Guajardo Maldonado, explicó que se estiman más de 15 mil familias viviendo en situación de hacinamiento, según el Sistema de Focalización para el Desarrollo, cuyo estudio se realizó hace un par de años, por lo que esta cifra esta en revisión y validación.
“Por el momento nos autorizaron la construcción de 2 mil 400 cuartos adicionales, para familias que tienen este problema, donde ya se han validado hasta el momento mil 600 familias”.
