26 diciembre, 2025

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Los bailes… que no volverán

Lejanos son los días en que asistir a los salones de baile donde las notas, los compases y la elegancia vestían las noches, hoy los filarmónicos se ven desplazados por los sonidos y los karaokes

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En los años cincuenta, en la Victoria aquella de 22 mil habitantes se han quedado grabadas las notas que hicieron vibrar las paredes con los bailes…

Era el tiempo de los grandes conjuntos y del perfume de violetas que se compraba a granel frente a la plaza Primero de Mayo en 19 y 20 Bravo.

Antes los hombres y las mujeres compraban muchas de sus fragancias con el brillantinero que pasaba por la calle.

Unos años más tarde en la Farmacia de El Fénix se vendían otras prestigiadas marcas.

Ellos y ellas lucían en esos encuentros sociales las mejores galas. Algunas de las mujeres iban acompañadas por sus padres, se dice que los jóvenes debían pedir permiso a los progenitores de la señorita para invitarle a bailar.

A esos bailes también asistían los matrimonios.

Veinticinco años antes, a decir, por las imágenes de las fotografías que ahora circulan en algunas páginas de Facebook, lucir elegante en baile de 1925 no era primordial, cada uno asistía a la fiesta con lo que entonces tenía en su guardarropa, y se iban a bailar a la parte superior del parían, en el centro de la Ciudad.

Luego vinieron los bailes de la Escuela Normal y Preparatoria de Tamaulipas, los bailes de la Banda de Música del Profesor Morraz, los bailes del conjunto Camagüey, la música de Chuy Cardoza y hasta los triunfos del Maestro Claudio Rosas.

Todo aquello era música en vivo, hasta que ahora los grupos parecen perder la batalla ante los sonidos y los karaokes.

Así lo ha manifestado Juan Zaragoza, del Sindicato General de Músicos, quien resiente con sus compañeros la falta de trabajo desde el año 2010, ahora no pueden ni entrar a tocar a una cantina.

Para colmo los grupos foráneos que llegan para abrir alguna presentación fuerte en la ciudad le roban el trabajo a los músicos locales, y nunca pagan el seis por ciento de cuota de paso, una disposición del Sindicato Nacional de Músicos que hacía respetar el trabajo de los músicos en todas las regiones de México.

La gente de antaño parecía tener un gusto por el baile, los organizadores se esmeraban por tener al mejor conjunto musical de la época como «Mocambo» de Reynosa, Tamaulipas con don Ricardo Velázquez y el amenizador de muchas posadas de Gobierno del Estado.

Entonces había un tema de moda de Luis Alcaraz… «Confesión», que estaba en la mente de los jóvenes de aquella época.

El conjunto Camagüey de don Ricardo Velázquez García, el propietario de la papelería «Dibujo Técnico Velázquez» del 16 y 17 Morelos, también tiene parte en estos recuerdos.

Para la década de los sesenta, en lo que ahora es el estacionamiento de Famsa de la calle 8 se celebraron algunos bailes, también en la Terraza Santa Cecilia, al oriente de Victoria.

Bailes en diversas colonias populares que se anunciaban en la radio.

Mientras tanto nacían discotecas como Chaparral y Victoria, que años después acapararon ese mercado.

El resto cambió de hábitos, cuando la inseguridad avanzaba, hasta que sólo quedaron las noches en el cielo, las noches del «Heaven».

…Al baile con lo que tengas!

• A decir por las imágenes de las fotografías antiguas que ahora circulan en algunas páginas de Facebook, lucir elegante en baile de 1925 no era primordial, cada uno asistía a la fiesta con lo que entonces tenía en su guardarropa, y se iban a bailar a la parte superior del parían, en el centro de la Ciudad.

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