Como ya lo hemos señalado en este espacio editorial, la derrota del PRI en las pasadas elecciones no fue porque sus aspirantes a los puestos da gobernadores fueran malos, simplemente porque hay una trayectoria del partido a nivel nacional que los ha puesto nuevamente contra la pared, ahora en una situación más critica que en el 2000 cuando gana Fox la presidencia.
Y es en este momento cuando se pueden notar con mayor claridad el porque el hartazgo de la gente en contra del partido gobernante, fuera de lo que ya es tradicional como la mala conducción del país desde el ejecutivo federal.
Un evento que ya ha marcado al PRI es la sonada salida de la presidencia nacional del capo de capos, Manlio Fabio “Corleone” Beltrones Rivera con lo que evidencio la debilidad con la que se sostenía después de la “trágica” jornada electoral del pasado 5 de junio, donde prácticamente perdió las plazas más significativas y de mayor dominio priista, entre ellas la gubernatura de Tamaulipas.
La ciudadanía sabia que Beltrones Rivera representaba la corrupción más recalcitrante dentro del partido, ya que en él siempre pesó, entre otras cosas, las acusaciones de ser colaborador del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, donde el gobierno mexicano decidió cerrar el caso sin investigarlo a fondo.
En el 2013 se le acuso de enriquecimiento ilícito pues en sus 39 años de trayectoria política ha percibido alrededor de 52 mdp, pero en ningún momento ha hecho pública su declaración patrimonial.
En su paso por la Cámara de Diputados (2003-2006), se le acusó de tráfico de influencias al favorecer con contratos a la empresa Aregional, de información y estadística, de la que diversas publicaciones afirman que es socio y misma que dirige el doctor Ricardo Carrillo Arronte, quien estuviera al frente del IEPES del PRI y es experto en estudios económicos y sociales.
Asimismo, trascendió en la prensa que las secretarías de Hacienda y de Gobernación le seguían la pista a Manlio, pues detectaron irregularidades en las cuentas bancarias y movimientos financieros del senador y su familia, sobre todo un hermano radicado en Tijuana, que apuntarían al lavado de dinero y enriquecimiento inexplicable.
De acuerdo con información publicada, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del SAT, con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, realiza una investigación financiera de los últimos 10 años, ya que hay movimientos “inusuales” y “relevantes”.
Fuera de todos esos elementos, con esta renuncia queda clara la falta de una dirección unificada dentro del partido en el poder, dejando Beltrones Rivera sin cabeza a su grupo y abriendo la puerta para que la dirección del partido vuelva a manos de incondicionales de la Presidencia de la República, o cuando menos, a favor de quienes buscaran una posición para el 2018 como Luis Videgaray de Hacienda u Osorio Chong de Gobernación, a quien ya le ha caído varios pelos en la sopa, entre ellos los 43 desaparecidos de Ayoxinapa y recientemente la represión contra los maestros en Oaxaca.
Otro elemento que ha generalizado el repudio de la ciudadanía al PRI es su eterno autoritarismo para resolver problemas sociales. Desde el 2 de octubre del 68 y el 10 de junio del 71, pasando por Aguas Blancas y masacres campesinas en el sur de nuestro país, ahora se suman los actos de violencia irracional utilizada en contra de los Maestros disidentes en Oaxaca, lo que denota el poco oficio político de Aurelio Nuño, quien finalmente es el responsable de que la violencia sea la forma de resolver las diferencias, acendrando mayor odio hacia el partido en el gobierno.
Poco a poco se reduce la lista de presidenciables del PRI para el 2018, candidatura que seguramente quedará en manos del circulo del poder presidencial, pues los viejos dinosaurios ya han comenzado a dar señas de que han entrado en un verdadero proceso de extinción… Bueno, eso decimos nosotros… pero usted ¿Cómo ve?
La ojeadita…
¿Usted es maestro? cuidese por que según Nuño usted esta a un paso de ser delincuente…