En breve comenzarán los reacomodos incómodos, por un lado para quienes se van, sí o sí, de puestos claves dentro de la administración estatal.
Y por el otro, los reacomodos, cómodos para quienes llegan a los mismos puestos a los que nunca estuvieron seguros de acceder. Me refiero a las huestes panistas que acompañarán a Francisco Javier García Cabeza de Vaca en el gobierno estatal.
Otra cosa que sucederá es que una buena parte de ese equipo no será oriundo de Tamaulipas, porque quienes hicieron ganar al panista no forman parte de la entidad.
A LA MEDIDA DE QUIÉN
En el Congreso Ramiro Ramos, presidente de la Junta de Coordinación Política, anuncia que se envió una iniciativa para la creación de una Secretaría Técnica dentro de este poder.
“La Iniciativa propone se adicionen diversas disposiciones de la Ley Sobre la Organización y Funcionamiento Internos del Congreso de Tamaulipas, en la que se plantea la urgencia que este Poder cuente con una Unidad del Secretariado Técnico, integrado por un cuerpo de Secretarios Técnicos y Asesores Parlamentarios con perfil académico en la función
legislativa que apoyen el trabajo de los órganos parlamentarios”, detalla en un comunicado.
Y la pregunta de los 64 millones, ¿para quién se está creando esta cartera? ¿Ya hay nombre de alguna o alguno que la ocupará?
Sabemos que la creación de más burocracia siempre tiene como objetivo colocar a gente cercana al poder estatal. ¿Quién se sentará en esa silla?
He ahí la incógnita.
LA FRASE:
“(Mi familia) es conformada por más de setenta integrantes de manera directa, dentro de los cuales algunos son contratistas y constructores, sin que yo tenga algún vínculo con sus actividades.
“…nunca he utilizado los diversos encargos públicos que he ocupado, para beneficiar a persona alguna, por lo que cualquier señalamiento respecto de mi persona, mi familia o mi honorabilidad, está totalmente fuera de lugar y lo rechazo de manera categórica”, señaló el ex funcionario federal, Jesús Murillo Karam a una investigación realizada por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, parte de esos contratos millonarios los recibieron en el puerto de Altamira, mientras él se desempeñaba en cargos de alto nivel.
Qué autoridades de Tamaulipas se prestaron a la aprobación de estos contratos de obra súper millonarios en tiempos en que las empresas constructoras no lograron incrementar sus ingresos.
Entre los datos recabados por esta organización civil encontraron que “La expansión de estas empresas fue tan atípico, que cuando Murillo Karam dejó la Procuraduría General de la República (PGR), la firma Kouro, cuyo director es su hijo Jesús Murillo Ortega, ya había facturado 1,437 millones 351 mil pesos (unos 80 millones de dólares), de acuerdo con los contratos, con un crecimiento acumulado en tres años de 537%, mientras una de las firmas más grandes de México, en ese tiempo, la española OHL registró un decrecimiento en sus ingresos de -71.2%, según sus reportes enviados a la Bolsa Mexicana de Valores”, eso sólo es una de las tres empresas propiedad de personas ligadas con el ex procurador “cansado” y defensor de la “verdad histórica” de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y ex secretario de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, detalla el portal Animal Político.
Me pregunto, ¿y aún así asegura no tener nada qué ver con el crecimiento desmesurado de las fortunas de sus hijos y parientes políticos?
Pero además, estos señalamientos tendrán un seguimiento legal en Tamaulipas y en México por parte de alguna autoridad, o se quedarán como siempre, en el olvido como la Casa Blanca de Enrique Peña y su esposa, que por cierto nunca vendió y siguen viviendo en ella como si nada, o la de Luis Videgaray, secretario de Hacienda.
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