En los últimos tres días hemos recordado momentos deportivos históricos, que marcaron ciudades, países y hasta al planeta entero.
El martes se cumplieron 30 años del histórico “Gol del Siglo” que hizo el gran Diego Armando Maradona en el Estadio Azteca durante el Mundial de México 86, mismo juego donde tuvo la “genialidad” de utilizar la mano para marcarle otro tanto a los ingleses.
Lo de Maradona impactó al mundo entero, por la potencia técnica, picardía y hasta (Trampa) que mostró en aquél momento, era un jugador adelantado y fuera de serie, lo que pasó después manchó, pero no demerita todo lo logrado dentro de la cancha.
Ayer se recordó que 29 años atrás en la misma cancha del Estadio Azteca, Correcaminos hizo la hazaña de ascender a la Primera División venciendo en penales a los Gallos Blancos de Querétaro en el tercer partido de la serie, algo insólito, pues un equipo con demasiado corazón y jugadores que se partían la madre por su playera lograron derrocar todas las facilidades que le puso la Federación a los Gallos para conseguir el boleto a la Primera.
Lo del “Corre” impactó una ciudad, a Victoria, vaya que lo hizo y lamentablemente ese es el único y último logro trascendente que ha podido disfrutar la afición de la Autónoma de Tamaulipas.
Hoy se debe ver también como una fecha importante, pues en esa ciudad que vibró con el Ascenso de su equipo, hace 24 años, nació un atleta que ha roto paradigmas, récords y fronteras, se trata del velocista Juan Daniel Rodríguez Mascorro, quien el 24 de junio de de 1992 nació en el seno de una familia trabajadora de la colonia Pedro Sosa, en la capital de Tamaulipas.
A temprana edad a “Juanito” le detectaron Síndrome de Down, algo que no ha obstaculizado para nada su vida, pues él es superdotado física y mentalmente. Es feliz.
Algún día platicando con él, me comentó que el gusto por correr le nació cuando lo mandaban a la tienda por “Las Cocas”, me comentó que “Yo salía corriendo y compraba rápido, quería regresar muy rápido para que vieran que no me tardaba nada”, y así en todas las encomiendas que le hacía su mamá.
Cuando Juan Daniel tenía doce años, a la señora Francisca le llamaba la atención que su hijo todo lo hacía corriendo, incluso estaba catalogado como “Un niño inquieto”, de ahí surgió la necesidad de llevarlo a alguna actividad para que gastara ahí un poco de energía.
Así “Juanito” llegó a la pista del Estadio Marte R. Gómez, sitio al cual acudía tres veces por semana y que con el paso de los días se fue convirtiendo en su lugar favorito.
Las cualidades eran visibles y rápido se convirtió en representante de Tamaulipas en eventos Estatales y Nacionales, en sus apariciones lograba podios, recibía medallas de Plata y Bronce.
En el 2009 “Juanito” comenzó a entrenar con Ángel Tovar, quien más que su entrenador, se puede considerar ya su mejor amigo, pues juntos han vivido situaciones dulces como más de cinco medallas de Oro en Mundiales de la especialidad (Sudáfrica y Portugal) y actualmente ostenta el Trofeo como el Mejor Deportista del Mundo con Síndrome de Down, pero también se han enfrentado a grandes retos como el peregrinar para conseguir apoyos económicos con tal de participar y representar al país en otros continentes.
“Juanito” se ha convertido en una figura reconocida por sus logros internacionales, pero no olvida sus humildad y a menudo realiza conferencias donde en lugar de cobrar pide regalos que reparte a amigos de escasos recursos en el mes de diciembre.
Es un coleccionista de medallas, en la sala de su casa hay un sitio donde descansan cientos de preseas que ha acumulado a lo largo de su carrera y aunque hoy es su cumpleaños, asistirá a entrenar, pues se prepara para romper sus propios récords y mantener sus medallas de Oro en el Mundial de Italia que está por realizarse.
Juan Daniel es una persona especial, alguien que ha mostrado que con pasión y perseverancia se pueden lograr cosas impresionantes, es por eso, que hoy es un día que se debe recordar y celebrar. Felicidades “Juanito” y gracias por tanto.
@daniriosmm