25 diciembre, 2025

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Exhiben el hábito de Escandón

La prenda está conformada por ocho lienzos de tela de lino blanco individuales y tiene como único adorno una cruz flordelizada, ornamento propio de los caballeros miembros de la Orden de Santiago

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Leticia Hernández Salazar, una trabajadora al servicio del Estado que prestó sus funciones en la Procuraduría General del Estado, es el eslabón para que el hábito de Escandón, que data desde hace 250 años, se exhibe por primera vez en el Instituto de Investigaciones Históricas desafiando al tiempo y el ambiente.

Será curado luego de la exhibición que permanecerá hasta este 1 de julio de 2016, en el marco del aniversario de la fundación del Instituto de Investigaciones Históricas.

En una casa que parece museo de arte por la cantidad de pinturas al óleo y fotografías que adornan la pared, se sienta Leticia Hernández, para contar porqué es hoy es el vínculo de la historia entre el Nuevo Santander y Tamaulipas.

«No me acuerdo de fechas, pero yo era secretaria del Procurador, el gobernador era entonces el Doctor Norberto Treviño Zapata y el Procurador era Mario Garza Ramos, yo era la secretaria, pero yo trabajaba ahí en la Procuraduría desde que estaba de gobernador Horacio Terán Zozaya, me quedé en ese puesto para auxiliar a todos los procuradores que siguieron y cuando le entregaron al Doctor Treviño Zapata el hábito de Escandón, él se lo pasó en resguardo al Procurador y como yo tenía la caja fuerte de la oficina me lo pasa a mí y ahí se quedó el hábito.

Yo salí de la Procuraduría para ir a trabajar a la Secretaría General en la Dirección de Notarías, pero al irme sentí una responsabilidad que ya no quería tener, porque a mí me lo habían entregado», dice Leticia Hernández, aún con la ansiedad que le generaba perder un gran pedazo de la historia tamaulipeca.

Entonces aún vivía la maestra Carmen Olivares, y era directora del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

A ella recurrió Leticia Hernández Salazar, para resguardar el hábito de Escandón, así lo refieren los documentos oficiales en la exposición del hábito, notariados por el licenciado Héctor Tejeda.

«Ella me dijo que el Instituto tenía manera de resguardarlo. Yo fui a buscarla, porque yo ¿cómo lo iba a cuidar?… Yo sabía quién era Escandón, por eso era una carga para mí, que yo ya no quería. Así que lo entregué para su resguardo y ahora ahí están los papeles. Ya no estaba el Gobernador, ya no estaba el Procurador, ¿quién lo iba a cuidar?».

En la exposición luce también una réplica al óleo de «Escandón yacente», realizada por Miguel Fernández Heredia. La obra original es de Andrés de Islas y se cree que pudo ser elaborada a petición de los hijos de Escandón, quien deseaba que a su muerte se realizara el entierro portando con el hábito capitular de la orden de Santiago.

En aquel tiempo se acostumbraba dar sepultura a las grandes personalidades con los uniformes que les habían distinguido en vida. Don José de Escandón y Helguera, falleció de manera inesperada en la Ciudad de México, en el año 1770, fue sepultado en la Iglesia del Carmen sin protocolo, por tanto se cree que no se cumplió su deseo y por ello el hábito de
Escandón, el ajuar de la Orden de Santiago del siglo XVIII, ve la luz y la obra del colonizador de Tamaulipas en el siglo XXI.

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