El diputado federal MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ SALUM es de esos ejemplos de políticos que alcanzaron un espacio político sin merecerlo por su trabajo partidista.
Sin perfil, sin carisma, sin talento, pero cuyas posiciones políticas y administrativas se las debe a su amistad con el exgobernador EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, quien lo impuso por sus pantalones, como lo hizo con otros de sus amigos que habían servido o simpatizado con el PAN en su momento.
Para nadie es un secreto que algunos de sus colaboradores más cercanos habían sido militantes del PAN y los colocaba con altos cargos en su gabinete, provocando el enojo de priístas con años de trabajo y militancia que se sentían alejados.
EUGENIO tenía la virtud de trabajar con todos y fácilmente podría consolar a los inconformes, pues tenía la magia de la amistad y conocía las reglas del poder, al repartirlo, más no compartirlo, en todos los rincones de la entidad.
Sin embargo, ese fue uno de los errores de EUGENIO de prohijar a políticos sin gracia, como panistas sin gracia que se disfrazaron de priístas para convertirse en presidentes municipales en varios municipios.
Los ejemplos están claros en el sur, centro y norte de la entidad, donde una nueva hornada de políticos surgieron con el ánimo de servirse del presupuesto, perdiendo los principios doctrinados del PRI.
Sin embargo, lo increíble del caso es que uno de esos alcaldes que siempre había sido panista, pero que ocupó la presidencia municipal de uno de los municipios más importantes de la entidad justifica su salida del PRI, con el hecho de que asegura que su apoyo fue rechazado por el candidato del PRI a la gubernatura, BALTAZAR HINOJOSA OCHOA.
El exalcalde nos dijo que le ofreció realizar una gran cena a BALTAZAR, donde además pasaría la charola para darle el apoyo económico a su campaña.
Sostiene que BALTAZAR ni siquiera lo recibió, pues todas las negociaciones para el evento se hicieron a través de sus colaboradores, pues el priísta ya se sentía gobernador.
Expresa que de ninguna manera se siente traidor, pues pretendía trabajar con el PRI y fue rechazado por lo que dijo, fue la soberbia y engreimiento de su candidato.
Dijo que por un lado lo rechazaban, enfrente otros lo buscaban, por lo que dinero y cena fue ofrecida al gobernador electo FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA.
“Estoy seguro de que traerá la tranquilidad a Tamaulipas. Y no me siento traidor, pues al primero que le ofrecí la ayuda fue a BALTAZAR, pero por su soberbia no la aceptó”.
El relato del exalcalde no es el único, pues otros políticos, aseguran, también le ofrecieron su apoyo y sufrieron mala atención de sus colaboradores, quienes ya se repartían el Estado.
Sin embargo, algunos de esos políticos no se fueron al PAN, simplemente se hicieron a un lado, echando a su suerte la candidatura de BALTAZAR HINOJOSA.
Son relatos de personajes que hoy van a la deriva como BALTAZAR en espera de que su suerte mejore con FRANCISCO.
La política está llena de locura, desfachatez y excentricidad, donde los azules que se convirtieron en tricolores y finalmente retornaron a sus orígenes. Olvidando el origen de sus fortunas.
Sin embargo, la lección es que la soberbia, malas decisiones y la ingratitud llevaron al PRI casi a su desaparición.
Finalmente, tenemos que el caso de JAVIER CÁRDENAS DÁVILA no fue un asalto, el hijo del diputado federal GUSTAVO CÁRDENAS GUTIÉRREZ fue herido por policías que pretendían detenerlo por una investigación de varios delitos.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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