Cuál moderno Nerón, el gobernador de Veracruz, JAVIER DUARTE DE OCHOA, está incendiando su entidad para dejarla en ruinas antes de que termine su gestión en una actitud que demuestra que la pérdida del poder local por parte del Partido Revolucionario Institucional y el riesgo de que en lo personal enfrente responsabilidades penales, lo han llevado a la paranoia. En acciones desesperadas y fuera de todo protocolo político, está presentando iniciativas ante el Congreso del Estado, dominado por el PRI, para establecer un blindaje que impida su eventual comparecencia ante la justicia por delitos oficiales, los cuáles, se dice, no sería nada difícil de comprobar.
Una de estas propuestas es la designación como fiscal anticorrupción, con funciones extrasexenales, de uno de sus incondicionales que también fue subsecretario de gobierno con otro mandatario altamente cuestionado como fue FIDEL HERRERA BELTRÁN. Ante las presiones, el poder legislativo se desentendió de esta propuesta. La propia dirigencia nacional del PRI ha externado su desacuerdo con las iniciativas de DUARTE DE OCHOA, a las que califica como poco éticas en un período en el que se prepara la transición de la gubernatura, que por
primera vez estará en manos del Partido Acción Nacional con MIGUEL ÁNGEL YUNES como titular.
Pero el colmo de la locura de DUARTE fue mandar a bandas del llamado Movimiento de los 400 Pueblos a agredir físicamente al propio MIGUEL ÁNGEL YUNES, al mismísimo dirigente nacional panista, RICARDO ANAYA y al encargado de asuntos electorales del partido blanquiazul, el ex-secretario de Gobernación, SANTIAGO CREEL, en lo que pudo ser un suceso de trágicas consecuencias que ha sido condenado por todas las fuerzas políticas del país.
Veracruz es un estado técnicamente en bancarrota, con una deuda pública impagable por varias generaciones, con una tasa de violencia de las más altas y con reportes oficiales de evidentes desvíos de fondos públicos, según la propia Contraloría General de la Federación.
Sumido en su inestabilidad emocional, ha llegado al grado de ceder la propiedad de la llamada “Casa Veracruz”, que es la residencia oficial de los gobernadores en funciones, con tal de que su sucesor no la habite, aún cuando YUNES ha anticipado que no la ocuparía por los altos costos de su mantenimiento. Sólo falta que venda el palacio de gobierno para impedir que su sucesor despache también en él.
Las finanzas del estado de Veracruz son tan endebles, que en diciembre pasado demoró considerablemente el pago de sus precepciones normales y el aguinaldo a los jubilados y pensionados del gobierno estatal, que tuvieron que salir a las calles a exigir que se les cubriera lo que en derecho les corresponde. Pero tampoco dudó en mandar a macanearlos en las calles de Xalapa.
Según quejas, hasta pasado el mediodía de ayer, día último del mes, a los pensionados no se les había depositado su sueldo y vagaban inútilmente por los cajeros bancarios, con el temor de que una vez más se les retengan sus percepciones por falta de dinero en la Secretaría de Finanzas del estado.
La postura de DUARTE DE OCHOA ya está metiendo en aprietos al mismo gobierno federal, que ve con preocupación que allí pueda surgir una grave inestabilidad como la que ocurre en el vecino estado de Oaxaca. El presidente ENRIQUE PEÑA NIETO seguramente está estudiando en serio la situación creada por el aterrado gobernador. En tales circunstancias, es difícil imaginarse a DUARTE entregando el poder a YUNES en una ceremonia oficial. Ya no existen las condiciones apropiadas para ello.
“DUARTE no sólo perdió la elección el 5 de junio, sino que ha perdido también la razón y trata de dejar en llamas su entidad lleno de pánico”, dijo el gobernador electo MIGUEL ÁNGEL YUNES LINARES. Ni más ni menos, un moderno Nerón, al que sólo le falta tocar la lira. Y contrario a lo que pasa en el vecino estado, en Tamaulipas el proceso de transición se da dentro de un clima de civilidad política entre la administración saliente encabezada por el priísta EGIDIO TORRE CANTÚ y los representantes de la próxima administración cuyo titular será el panista JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA.
Ayer, el congreso del estado declaró oficialmente gobernador electo a CABEZA DE VACA, lo que se hará del conocimiento de la población mediante la lectura de un “Bando Solemne” en los cuarenta y tres municipios de la entidad. Tomará posesión el primero de octubre de 2016 y concluirá su período el 30 de septiembre de 2026.
Y aquí, EGIDIO no ha movido un dedo para provocar problemas a su sucesor, mientras que éste ha anticipado que no habrá “cacería de brujas” y que buscará armonizar los esfuerzos de todas las corrientes políticas para acelerar el progreso del estado.
Tamaulipas será gobernado por primera ocasión por un partido diferente al Revolucionario Institucional. Pero aquí sólo se perciben los pataleos de miles de burócratas,
principalmente los que cobran sin trabajar, ante la clara posibilidad de perder sus empleos. No es difícil imaginar la incertidumbre en Ciudad Victoria, donde la mayoría de sus habitantes dependen del presupuesto oficial ya sea como empleados de base o como “aviadores”. En cambio, muchos panistas ya se frotan las manos ante un horizonte promisorio que por primera vez se les abre. Salen priístas y entran panistas. Así de simple. Pero, para bien del estado, todo se desenvuelve con calma.




