CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Sentados al mediodía en la banca de los músicos del 5 y 6 Morelos, don Joel espera recuperar las fuerzas para continuar el día.
Comienzan el recorrido por taquerías y carretones del centro a las 9 de la mañana. La canción acuesta ahora de 20 a 25 pesos por dueto.
«Luego del 75 aún había trabajo. Yo se tocar el acordeón, bajos sexto y contrabajo. Tocaba en Radio Tamaulipas, estuve como dos años tocando ahí en el programa «La hora del bajo y del acordeón», todavía existe este programa con Martín Jaime, nos salía mucho trabajo entonces por la publicidad que teníamos, pero ahora ya no vamos. Le estoy hablando de 1980, no voy allá desde que la radio se mudó del 16 Juárez y Zaragoza a la colonia Sosa. Mi compañero era Atilano Rodríguez».
Ya no entran a las cantinas, porque ahora los clientes compran la cerveza o piden una canción… «Sí hay gente pero no traen dinero para la bebida y para la música como antes».
Los ojos claros de Joel Mendoza Cantú, delatan su origen en la tierra de la picota.
A caballo recorrió 22 kilómetros de ida y vuelta para llegar a la escuela y se enamoró de Juanita Candelaria, su esposa, con canciones románticas al estilo norteño.
Ahora es músico, padre de cuatro profesionistas y sigue cantando al compás que la vida indica.
Las fiestas se realizaban con tambora y la gente bailaba hasta el amanecer, pero ahora ya no hay la misma cantidad de músicos, porque ya no hay bailes ni la misma cantidad de trabajo.
A partir del año 2000 se comenzó a perder el ritmo de la música en Victoria y en el año 2010 la situación era insoportable, se comenzaba a gestar una escena arrítmica para el Fara Fara.
