El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Está claro que la insurgencia en los estados del sur-sureste llegará hasta las últimas consecuencias como también pareciera existir la intención oficial en el mismo sentido. Hay que entender que no solo son los maestros sino la conjunción histórica de injusticia social que encontró el detonante en los errores, omisiones y demás, del supremo gobierno y aunque la propaganda “institucional” desvirtúa las causas originales, la verdad es el grito desesperado de millones que ahora se atreven a protestar como aspiración mínima a la sobrevivencia. En el caso de la CNTE sus integrantes lo arriesgan todo, en tanto varios de sus más destacados dirigentes permanecen en la cárcel como parte de la estrategia intimidatoria de las autoridades.
Lo arriesgan todo digo, cuando los maestros han sido perseguidos, violentados en sus derechos laborales y limitados para desempeñar la tarea más digna a que se puede aspirar, es decir, a enseñar en un país donde la moral está severamente afectada por acciones del poder reprobadas no solo por la CNTE sino por la sociedad en su conjunto.
La insurgencia observada en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán incluso Tabasco y ahora ramificada en parte de Veracruz, Nuevo León incluso Chihuahua, con barruntos en Tamaulipas, tiene que ver con la difícil situación que guarda la república, sin embargo hay que volver una y otra vez al virtual fracaso de las reformas impuestas por el régimen en turno que en lugar de beneficio general han provocado mayor pobreza, desempleo, inseguridad y desde luego una confusión económica que coloca al país en ruta directa hacia la crisis.
Por supuesto existe desesperación oficial porque las cosas no resultan como se veían desde la burbuja del poder. Ello llevará a cometer nuevos errores porque lamentablemente las señales son del autoritarismo que creímos desaparecido desde los años setentas con el gobierno echeverrista. Usted dirá que también Salinas de Gortari tuvo lo suyo, sin embargo fueron circunstancias propias de un neo-liberalismo todavía “suave” sin las consecuencias del capitalismo salvaje que ahora ataca a la nación.
De manera que la república podría padecer males mayores de los que ahora condicionan su estabilidad social, política y económica. En este sentido llama la atención las declaraciones recientes del titular de Gobernación en cuanto a que “se agota la paciencia del gobierno”. Dicho en sus labios tiene significado impredecible. ¿Cuál sería el siguiente paso de las autoridades para contener el descontento?.
¿DESAPARICIÓN DE PODERES?
Como sabéis, Chiapas, Oaxaca y Guerrero son las entidades donde la inquietud social alcanza extremos propios del hartazgo encontrando respuestas violentas que lamentablemente han provocado víctimas fatales y desde luego, mayor resentimiento social.
La advertencia del funcionario es seria porque indica que el gobierno está dispuesto a controlar la situación al precio que sea. ¿Cuál sería el camino?. Tal vez recurriendo a la figura olvidada de desaparecer los poderes para así tener margen amplio de actuación. No olvidéis que el escenario también quedaría libre de hacer válidos los derechos humanos y las garantías individuales, estableciendo un virtual estado de sitio.
Ni cómo negar que la decisión sería de alto riesgo porque ahora no se trataría de simple ajuste de cuentas, (como sucediera en Sonora con el gobernador Carlos Armando Biebrich en los tiempos de Echeverría), sino que la confrontación se derivaría de la injusticia social, que aquí entre nos mantiene muy preocupadas a organizaciones internacionales que consideran al tema como el factor más importante de una probable explosión mundial en corto tiempo.
Ya sabéis que todo esto es provocado por la voracidad del capital internacional coludido con gobiernos que pierden de vista sus compromisos fundamentales con la población.
Después de las declaraciones del secretario de Gobernación podemos esperar todo, ojalá sea para bien de la nación y no tengamos que lamentar más desgracias. ¡Ah, bruto!.
NUEVO LEÓN, EL POLVORÍN
Ojo con lo que sucede en el estado vecino respecto del rechazo a la reforma educativa. De acuerdo con la información fueron miles los maestros que paralizaron actividades este viernes al tiempo que se manifestaron en el centro de Monterrey y decidieron multiplicar sus acciones en apoyo a la CNTE. Por lo pronto exigen que “el bronco” también se declare enemigo de dicha reforma y renuncie a la titular de Educación.
No es la primera ocasión que el magisterio neolonés sale a la calle. En los últimos días lo ha hecho varias veces con una presencia sorprendente y muy decidida a lograr la victoria.
En Nuevo León no se puede afirmar que algún partido, en este caso Panal o el mismo PRI, podrían manipular el sorpresivo movimiento que prendió y se incrementa, como un fuego de verano alrededor del Cerro de la Silla. Es algo de mayor importancia solo imputable a la misma razón que mantiene en pie de guerra a buena parte del país.
Usted dirá que quizá sea la respuesta del PRI por las acciones del gobierno de “el bronco” contra ex funcionarios de dicho partido. Sin embargo no parece venir por ahí, simple y sencillamente es parte del todo que indigna a los mexicas. Sea como fuere la capital industrial de México está en vilo, y ni modo que sea invento.
Y hasta la próxima.




