PUEBLA, Puebla.- Pobladores de la Junta Auxiliar de Santa María Nenetzintla descubrieron un tiradero clandestino con al menos 40 perros muertos, a la intemperie, en un cerro colindante con el Municipio de Cuautinchán.
Un grupo de campesinos informó que desde la semana pasada notificaron a la Presidencia Auxiliar del hallazgo y el presidente subalterno, Rafael Castillo, ofreció enviar personal y cubrir el sitio.
No obstante, los habitantes responsabilizaron directamente a la Administración de Castillo de arrojar los perros muertos en la parte más alta del cerro, localizado en la parte posterior del Autódromo Miguel E. Abed.
“Fueron ellos, los de la Presidencia Auxiliar, los que trajeron a los perros”, afirmó uno de los pobladores.
“Hubo una asamblea y ahí les dijimos que se había encontrado ese tiradero de perros muertos y que ya apestaba, que necesitábamos que cubrieran y limpiaran porque en esa zona hay pastoreo, hay ganado, y ya se hizo un foco de infección”, manifestó el habitante, quien se identificó como Raúl.
Grupo REFORMA acudió al punto, en un paraje en la parte alta del cerro de Santa María Nenetzintla, en donde personal de la Junta Auxiliar ya había cubierto el sitio con ramas y echaba tierra con palas.
Pese a esto, el hedor se percibía a más de 50 metros a la redonda, cerca de donde pastaban vacas.
Joel Cano, juez de paz de Santa María Nenetzintla, deslindó a las autoridades de su comunidad y presumió que los hechos corresponde a acciones del Ayuntamiento de Acajete.
“Nosotros no fuimos, no sé quién hizo esto, aunque creemos que tiene que ver con el Ayuntamiento, ellos son los que deben saber”, refirió.
A la zona llegaron dos campesinos quienes se asombraron de la presencia del tiradero y lamentaron que eso ocurra en una zona desierta.
No es la primera vez que sucede esto en Acajete, pues un par de años atrás se descubrió una fosa en la localidad de San Rafael Tlaxco.
En la entidad también hay un antecedente de un tiradero clandestino de perros en el Municipio de Juan C. Bonilla.