7 diciembre, 2025

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Profesionales “similares” desplazan a especialistas

El terreno laboral en Tamaulipas ofrece dos escenarios negativos: la intrusión de profesionales “adaptados” o sin título y la desaparición de carreras que van en picada por su depreciación

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El terreno académico del Estado tiene su propio “cementerio”: el de las carreras profesionales de corta vida, que cada vez es más efímera. Algunas nacen y mueren de manera casi vertiginosa.

Factores económicos, de innovación tecnológica y la creciente invasión de “profesionales piratas” en algunos espacios, están marcando la pauta en la apertura y cierre de carreras de nivel universitario en intervalos cada vez más cortos. Hace cuatro décadas la oferta educativa del nivel superior apenas se movía y hoy lo hace en un acelerado promedio de siete años, que encuentra extremos en algunos casos de lo que podría llamarse “muerte súbita”.

Fernando Arriaga Martínez, director Académico de la Universidad La Salle campus Victoria, informó que una de las carreras “víctimas” que cerró esa institución fue la de Licenciado en Administración de Relaciones Humanas, dado que las empresas, ante los problemas financieros que sufren, optimizan a su personal y le endosan al administrador una función que no es básica en su carrera, como es atender los conflictos laborales con los trabajadores.

“Los resultados desde luego que no son los mismos que si se contratara a un especialista en el tema; desgraciadamente las condiciones del entorno económico llevan a las empresas a realizar estas sustituciones en busca de ahorros”, explica el académico.

En ese sentido, un “efecto de cascada” amenaza a las universidades y tecnológicos, como lo advierte el mismo directivo, al poner sobre la mesa que las carreras profesionales que van actualmente a la baja en la institución lasallista son las de Diseño del Espacio Habitable –en algunos planteles era llamada Diseño de Interiores– y una de las que han sido ícono del campo profesional, como es la Licenciatura en Derecho, debido a la saturación del mercado. En el segmento científico también aparece como potencial pérdida la de Ingeniería en Administración de las Tecnologías de la Comunicación, que ya sufre un marcado descenso en su matrícula y se encamina a su baja.

En el caso de la última citada, detalló Arriaga, se debe a que la Universidad Politécnica de Victoria también la tiene en su oferta y a menor costo. No es por falta de demanda en el mercado laboral, aclaró.

En forma paradójica, porque la percepción generalizada es que es una carrera de alta demanda por el actual entorno fiscal, destaca el caso de la carrera de Contaduría Pública, que se mantiene con dificultades. Sus altibajos son drásticos, como lo ejemplifica el hecho, apunta la misma fuente, de que se abra la matrícula un semestre y al siguiente ya no.

En el caso contrario, las carreras de mayor demanda en el presente son las de Médico Cirujano, Ingeniería Biomédica, Licenciado en Psicología y las licenciaturas en Idiomas y Relaciones Públicas.

PROFESIONALES “PIRATAS”
Estefanía Rodríguez, quien tiene una licenciatura en Psicología Industrial, lanza una alerta:

En el mercado laboral de alto nivel se vive el fenómeno del intrusismo, el cual se advierte en forma marcada en carreras como Diseño Gráfico, Periodismo, Contaduría y abogacía entre otras, terrenos en los cuales casi cualquier persona, con conocimientos empíricos básicos, las desempeña sin haber invertido esfuerzo académico, tiempo y dinero.

“Esta intrusión modifica la matrícula haciendo que descienda en las carreras universitarias, es decir que sí hay demanda, pero los empleadores también contribuyen a su depreciación profesional porque así pagan salarios más bajos sin exigir el título”, explicó.

Empujados por el apremio económico, muchos de quienes ingresan en universidades buscan asegurar un empleo remunerado al egresar y ya no se atienden el consejo de los padres o la tradición laboral familiar, lo que influye en que muchas profesiones ya no tengan la misma demanda , sobre todo las más tradicionales que todavía hace 20 años no estaban
saturadas.

Agregó que en el mercado laboral ha surgido cada vez con mayor fuerza la exigencia de la especialización y hoy médicos, ingenieros, abogados o arquitectos por citar algunas ramas, se ven obligados a incorporar a su bagaje profesional conocimientos de otra naturaleza, como procesos administrativos y hasta estrategias comerciales para contar con un plus que les aumente la posibilidad de ser contratados.

En el caso de los trabajos profesionales que en muchos casos se llevan a cabo con mano de obra no egresada de niveles universitarios, la tendencia es abrumadora. Hay abogados, médicos y economistas entre otras actividades ejerciendo el periodismo; hay ingenieros civiles fungiendo como gerentes comerciales; hay agrónomos en el papel de administradores públicos y hasta biólogos y sicólogos laborando en servicios fiscales, en una improvisación impulsada en muchos casos por la falta de oportunidades laborales en sus campos de origen o por la práctica patronal de pagar salarios más bajos, a quienes no son profesionales de la rama en la cual los ocupan.

HUMANIDADES CONTRA NEOLIBERALISMO
En el entorno económico actual es evidente la manera en que el modelo económico neoliberal es el que influye y marca el ascenso de la matrícula en las carreras que sirvan a la producción en masa. Por eso la tendencia a privilegiar las ingenierías y a los técnicos especializados.

El catedrático universitario Humberto Garza Vázquez, dijo en ese sentido que lamentablemente las carreras humanistas ahora son escasamente promovidas, a pesar de que siguen plenamente justificadas en el mercado de trabajo.

Profesiones como Sociología, Historia, Antropología y Filosofía, que son las que atienden las necesidades sociales pero que no necesariamente tienen que ser masivas, están cayendo equivocadamente en el abandono y hasta en el desprecio, alerta.

Explicó que esto se debe a la falta de promoción, porque tienen que irse formando cuadros que estudien y den respuesta a la problemática social, que no es solamente atender a las necesidades de la economía, sino abocarse a factores sociales tan importantes como la inseguridad pública, la violencia, la drogadicción, la ignorancia o los efectos del desempleo, que impactan especialmente y en nivel grave la vida familiar, al círculo del trabajo y en consecuencia impactan en los niveles de producción y desarrollo de un país.

Consideró que si bien se requieren profesionales que fortalezcan la productividad, no se debe descuidar, porque son la parte ancha de la pirámide, a aquellas carreras profesionales que en un momento dado permiten resolver o por lo menos reducir los problemas y necesidades sociales.

Al abundar sobre el tema, opinó que las instituciones de educación superior deben abrirse más a este tipo de carreras y aunque sean 20 o 25 alumnos de primer ingreso, que sean atendidos, porque son cuadros muy valiosos y que en forma ustificada se necesitan.

Hoy la Unidad Académica de Ciencias de la Educación y Humanidades de la UAT, atiende este renglón con las carreras de Sociología, Historia y Lingüística Aplicada.

Reiteró que para tener una mayor matrícula, se requiere de una difusión específica de los programas educativos que se ofertan en estas áreas, pues, pregunta, ¿cuántos de los jóvenes que egresan del bachillerato saben a qué se dedica la Sociología, la Historia o la Antropología?. Ignoran que son carreras que quienes las han cursado cuentan en muchos casos con nivel de doctorado.

Para terminar, apuntó que para confirmar el perfil exitoso de muchos de los egresados de estas profesiones, un alto número de ellos trabajan en instituciones académicas y científicas de prestigio internacional como el Colegio de la Frontera Norte, o el Centro de Investigaciones Regionales Dr. Hideyo Noguchi, el Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales (CEDUA), entre otros.

Y concluye:
“Esto quiere decir que la formación de las ciencias sociales humanistas si han tenido aceptación y continúan siendo importantes, pero para determinar si se abren o se cierran carreras se tiene que aplicar a fondo una difusión permanente y el acercamiento contínuo con las instituciones que son posibles empleadoras de los egresados.

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