CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- A casi tres años de que entró en vigor la reforma educativa, la opinión de los académicos es que esta es una reforma totalmente laboral que tiene como punta de lanza contra los maestros la evaluación docente.
La catedrática e investigadora educativa Luisa Álvarez Cervantes, dijo que lo más cuestionable de esta reforma es que para hacerla, no hubo una discusión sobre los planes que tendría el proyecto en las aulas.
La evaluación docente que llegó con esta reforma, es unilateral porque la autoridad decide como le venga en gana si el maestro se queda o se va; es perniciosa porque el proyecto que contiene es el de obediencia sin cuestionar nada.
Esto se refleja claramente en la decisión de la SEP de quiénes sí van a la evaluación y quién no, y ese maestro propuesto debe enfrentar la opinión del director de la escuela, que lleva ya una cuestión no confiable.
La siguiente prueba es escoger a cuatro alumnos, dos sobresalientes y dos con muy bajo aprovechamiento que finalmente exhibe un modelo que Paulo Fraire denominaba “bancario”, luego viene el examen de contenidos con duración de cuatro horas que escudriña lo que sabe el maestro.
Luego viene una planeación argumentada y donde no se le debe pasar nada al maestro que obligadamente deberá tener memoria de elefante o de computadora, agregó.
Álvarez Cervantes subrayó que lo que hay implícito en ese modelo educativo es que se sigue privilegiando la memorización y no la reflexión, sigue la línea de descartar a los que no saben de los que saben, elimina la libertad de enseñanza que se pueda dar en el aula y todo esto deja al maestro como un dictador en el salón de clases.
Recordó que desde el plan de los 11 años, hay tres indicadores que poco a poco se han ido perfilando y que son: la reprobación, la eficiencia terminal y el rezago escolar, mismos que se obtienen de la estadística, sólo que el entorno social y económico de los alumnos no es el mismo, ni a nivel micro dentro de una misma comunidad como frente a otra, y a nivel macro no es igual el desarrollo que tiene Tamaulipas o Nuevo León frente a Oaxaca, Guerrero o Chiapas.
De nada sirve llenar a los niños de contenidos si no saben cómo aplicarlos y ese es el gran olvido que tiene la reforma educativa y la desacredita como tal para ser lo que realmente es, una reforma totalmente laboral.
Sobre las críticas de los logros sindicales alcanzados por el magisterio, Álvarez señaló que quienes hacen dichos cuestionamientos no voltean a ver los salarios del primer nivel de funcionarios del poder ejecutivo, legislativo, judicial, del sistema electoral y del sistema de evaluación del magisterio.
Como propuesta, dijo que los maestros e investigadores del tema deben aprovechar la coyuntura actual generada por la CNTE, para iniciar un movimiento de reforma educativa en que se discutan los modelos educativos y dejar de traer modelos de Europa para tropicalizarlos porque ya se demostró que no funcionan.
Por lo pronto, señaló que en este momento dicha reforma está en crisis, no hay interlocución y si el gobierno se acercó al SNTE en días pasados fue con la mira puesta en las elecciones presidenciales del 2018, puntualizó.




