NUEVA JERSEY, EUA.- El hartazgo ante la conocida ya como «Pokemanía» ha llegado hasta la Justicia. En Estados Unidos un hombre ha presentado una denuncia federal colectiva contra Niantic.inc, Nintendo.Ltd y Pokémon Company Internacional, las tres creadoras del popular juego, por todas las molestias que le están provocando tanto a él como a sus vecinos.
Jeffrey Marder, el denunciante, ha mandado un mensaje a todos los jugadores: «¡Fuera de mi césped!». Al igual que sus vecinos, este ciudadano de West Orange, Nueva Jersey, se queja de que el uso de esta aplicación ha atraído hasta su jardín a un gran número de intrusos no deseados en busca de la captura de los ansiados Pokémon.
Jeffrey descubrió estas «invasiones» pocos días después del lanzamiento de la aplicación. «Al menos cinco personas llamaron a la puerta del demandante y pidieron acceso a su patio trasero, móvil en mano, con el fin de capturar Pokémon», recoge la querella interpuesta. Una de las razones que explicarían la enorme cantidad de intrusiones que se han producido en su propiedad sería porque cerca de este se encontrarían algunas «Poképaradas», sitios virtuales designados por la aplicación en el que los jugadores pueden hacerse con elementos que le ayudarán a cazar Pokémon.
«Para crear ese mundo de inmersión, Niantic hizo un uso no autorizado de la propiedad del demandante y de otros mediante la ubicación de Poképaradas y gimnasios Pokémon», señala la demanda. «De este modo, Niantic ha animado a millones de jugadores a hacer incursiones no deseadas en las propiedades del demandante y otras personas, resultando en una invasión clara y permanente en el que los acusados se han beneficiado y han obtenido lucro».
La Corte deberá pronunciarse para saber si, tal y como denuncian, el juego anima a los usuarios a invadir la propiedad privada y si se benefician de dichas incrusiones. De momento, los representantes del videojuego «Pokémon Go» no han contestado a esta demanda, pero lo tendrán que hacer en menos de 21 días.
Este no ha sido el único problema que ha traído el mal uso del ya tan popular juego. Pocos días después del lanzamiento en Estados Unidos de la aplicación, cuatro adolescentes de Missouri lo utilizaron como escusa para atraer a varias personas y atracarlas a mano armada. Conocido es que lugares solemnes como el Museo del Holocausto en Estados Unidos o el del Campo de Concentración de Auswitch-Birkenau se han visto obligados a pedir a los visitantes que no utilicen el juego durante la visita.
En España también ha tenido bastantes consecuencias: jóvenes extravíados en ciudades o túneles, o cuando el conductor de un autobús jugaba estando al volante. De momento, Madrid se ha convertido en la capital mundial del juego, al haber registrado en el pasado mes de julio el récord mundial de jugadores en una «Pokéquedada», titulo ostentado por Sídney hasta ese momento.
Con información de ABC