“Lo que más me sorprende de los seres humanos es su pérdida de salud para ganar dinero, después pierden dinero para ganar salud y por pensar ansiosamente en el futuro, no disfrutan el presente, por lo que no viven ni el presente ni el futuro, viven como si no tuviesen que morir nunca y mueren como si nunca hubieran vivido” Dalai Lama.
Este el problema en el que vive mucha gente en la actualidad, sus hábitos los han llevado a descuidar muchos aspectos de su vida, tan importantes como la alimentación. ¿Comen o se alimentan? Comer es todo lo que nos llevamos a la boca, tenga o no tenga nutrientes, simplemente se ingieren alimentos sin razón para saciar el apetito. Alimentarse es ingerir el conjunto de alimentos ricos en proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y agua, que harán posible una óptima nutrición para mantenernos saludable y con energía.
Un gran error de muchos corredores es el de pensar que por correr tengo el derecho de comer más, en eso es donde se debe poner mayor atención, si no queremos aumentar de peso o si queremos bajar, alimentarse correctamente es esencial en cualquier deporte y varía para cada disciplina, la nutrición no es la misma para un boxeador que para un velocista, un corredor de fondo o alguien que levanta pesas, esta se diferencia en la forma de distribución de energía y nutrientes. Algo que salta a la vista es que en carreras populares el sobrepeso es evidente, un gran porcentaje de los que se inscriben en una carrera padecen de sobrepeso, la realidad es que el sobrepeso es un problema grave.
El rendimiento de un corredor, al igual que el de los deportistas de otras disciplinas, está directamente relacionado con la alimentación. Dicho rendimiento durante la competencia y los entrenamientos puede mejorar si se adopta una dieta que promueva la alta disponibilidad de nutrientes. La ingesta energética adecuada, es la que mantiene un peso corporal adecuado para el óptimo rendimiento y maximiza los efectos del entrenamiento. La ingesta de nutrientes depende, del tipo de prueba que se realice (fuerza, resistencia, velocidad o combinaciones entre ellas). Cada una de ellas tiene sus características de tiempo de duración, músculos y órganos que se ponen en movimiento, terreno donde se entrena, influencia del clima, etapa (entrenamiento o competición), etc., que van a condicionar el gasto energético y las necesidades nutricionales del deportista. Si el gasto y las necesidades son diferentes, la dieta que las cubra también debe serlo. La dieta de un corredor tiene como objetivo, además de tener el peso adecuado, mantener la cantidad de grasa corporal que corresponde al tipo de competencia o entrenamiento que se realice. Igual de importante es conseguir que los depósitos de glucógeno, de los cuales vamos a obtener la energía, estén al nivel máximo posible. La finalidad principal de la dieta en el corredor es asegurar que éste tenga el mejor estado de salud, obteniendo así una mayor eficacia deportiva y previniendo lesiones.
Lo que se debe cuidar especialmente en la dieta del corredor, como de cualquier deporte, son los nutrientes, proteínas, grasas e hidratos de carbono, así como vitaminas, minerales, muy importante una correcta hidratación, al mismo tiempo un aporte adecuado de fibra.
No sólo se trata de comer, se trata de una correcta alimentación y nutrición.