El pasado 9 de agosto se celebró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. La celebración anual se estableció en 1994 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en conmemoración a la primera sesión del Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos en 1982. Este año se aprovechó la celebración para resaltar el trabajo que se debe realizar en materia de educación para asegurar el derecho de los pueblos indígenas a la misma.
En México tenemos una sociedad con una gran pluralidad, muestra de ello son nuestras poblaciones indígenas diversamente culturales, con lenguas, orígenes, ideas y creencias muy distintas. Lamentablemente, el índice de analfabetismo publicado por INEGI en 2011 estimaba que la población hablante de alguna lengua indígena había disminuido entre el 2005 y 2010 de 34 a 27%; sin embargo, este índice seguía siendo muy alto; en comparación, en 2010 el índice de analfabetismo de la población no hablante de lengua indígena fue de 5.4%, casi cinco veces menor.
Un gobierno con la voluntad política de atender el rezago educativo de las poblaciones indígenas debe tener conocimiento de éstas para lograr los objetivos planteados en las políticas públicas que se implementen, y hacer sustantivo el derecho a la educación. Es decir, políticas basadas en evidencia que permitan reconocer el impacto y consideren las características de las comunidades para desarrollar infraestructura y facilitar materiales educativos adecuados.
La ONU en su página conmemorativa del día de los pueblos indígenas, publicó “Muchas regiones del mundo carecen de datos desglosados que podrían revelar la situación exacta de discriminación y marginación de los pueblos indígenas. Sin embargo, cuando sí hay datos, éstos reflejan la existencia de graves y persistentes disparidades entre las poblaciones indígena y no indígena en términos de acceso a la educación, permanencia y logros académicos, en todas las regiones del mundo.”
México debe seguir trabajando para generar información que sirva para orientar políticas públicas exitosas, que contribuyan a erradicar la desigualdad y para reconocer la desigualdad y marginación con la que viven los pueblos indígenas. Generar este tipo información es de utilidad para los tres niveles de gobierno al realizar intervenciones específicas en materia de educación y reconocer las causas del rezago educativo que presentan.
En el país, le gobierno federal ha enfocado recursos y trabajo para construir los instrumentos idóneos para generar la información, y ya se trabaja en materia de educación y se tiene como una prioridad atender a los grupos vulnerables social y económicamente. Actualmente se implementan acuerdos y programas para mejorar las condiciones escolares de las comunidades indígenas en todo el territorio, así como se considerarán las características regionales para implementar los contenidos del nuevo modelo educativo.