30 diciembre, 2025

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Confesionario

El 18 está aquí…

Confesionario

Inocente el que piense que el 2018 está muy lejano, peor el que ignore que el proceso de sucesión de Enrique Peña Nieto está en marcha, eso si cada carro va a diferente velocidad y ritmo y es ahí donde el tricolor se ve lento, humeante y sin chofer.

Así es mis queridos boes, ayer los panistas del país mostraron el músculo, aprovechan la buena racha de las encuestas que los ubican en la delantera para ganar la elección presidencial que viene y enseñan poderío, mientras que en territorio priista la dirigencia le causa risa a propios y extraños.

Fue ayer que el dirigente nacional blanquiazul Ricardo Anaya se reunió con el ‘dream team’ panista compuesto por los gobernadores en funciones de ese partido y los electos que pronto estarán en funciones.

Ahí estaban junto al apodado ‘chico maravilla’ los gobernadores de Baja California, Francisco Vega; Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis; Guanajuato, Miguel Márquez; Puebla, Rafael Moreno Valle; y Querétaro, Francisco Domínguez.

También los electos de Aguascalientes, Martín Orozco; Chihuahua, Javier Corral; Durango, José Rosas Aispuro; Puebla, Tony Gali; Quintana Roo, Carlos Joaquín González; Tamaulipas, Francisco Cabeza de Vaca; y Veracruz, Miguel Ángel Yunes.

No se dijo pero entre líneas se lee, que los mandatarios estatales serán parte fundamental de la estrategia panista para recuperar Los Pinos, por eso fueron citados a la sede del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, donde se les aplaudió por las victorias y el trabajo a quienes ya eran gobernadores, pero donde también se les exigió que den a los ciudadanos los resultados que esperan.

En el PAN han entendido que parte de la aplastante victoria que obtuvieron sobre el PRI en el país  ganando siete de 12 gubernaturas en juego en el 5 de junio se debe en buena medida a la derrota de los tricolores y a gobiernos poco exitosos emanados del ex partidazo y no quieren correr con la misma suerte en el 2018.

Es decir, de los buenos resultados de los gobernadores electos de aquí al 2018 dependerá en mucho la vuelta de los albiazules a la casa presidencial y por eso han decidido uniformar los ejes que deben seguir los mandatos en los estados.

Acordaron pues, cuatro 1) transparencia y combate a la corrupción, principal señalamiento contra el gobierno federal que encabeza Peña Nieto, por su Casa Blanca y el depa en Miami; 2) humanismo, respeto a la dignidad y a los derechos humanos, talón de Aquiles de la administración tricolor en el panorama internacional donde nos cuestionan a diario en todos los foros internacionales; 3) seguridad y crecimiento económico sostenido con generación de empleos, tal vez el principal reclamo de empresarios y de los de a pie, que por un lado no se sienten seguros ni en su casa y por el otro ven como el patrimonio se les va de las manos; 4) solidaridad con los más pobres, es decir fuera frivolidades, portadas de Hola y demás, para dedicarse a torear para los tendidos, hacer campaña pues desde el buen gobierno.

El encargo si bien es parejo para los gobernadores panistas, el peso de la encomienda es distinto para unos y otros, porque hay estados en los que difícilmente se podría ser peor gobernador que el que se va a despedir en septiembre.

Veracruz por ejemplo, donde Javier Duarte bien merece un monumento al peor gobernador que haya tenido el pueblo jarocho, con un enriquecimiento insultante, el tema de la seguridad en sus peores niveles, una deuda impagable y un desorden administrativo sin precedente.

Por mínimo que sea el esfuerzo de Miguel Ángel Yunes el de filia panista se va a notar, más si logra llevar a Duarte ante los tribunales.

Es el caso también de Chihuahua, donde el otro Duarte, aquel de nombre César también deja las arcas públicas tambaleantes y señalamientos de corrupción que ni siquiera requieren de un gran investigador para comprobarle.

Y la historia se repite en Quintana Roo, donde junto con Veracruz y Chihuahua sus gobernadores tuvieron que enfrentar una demanda de inconstitucionalidad de parte del propio presidente Peña Nieto que no soportó la presión nacional y los tuvo que parar en su intención de crear leyes y fiscales que les cuidaran
las espaldas: es que hay que ser marramos pero no tan trompudos.

En el caso de Tamaulipas Cabeza de Vaca tiene todo para rendir buenas cuentas, un congreso local con mayoría azul, la mayoría de los municipios grandes también pintados de azul y enfrente tiene a un PRI que ni siquiera se ha dado cuenta de qué ‘chinga’ (se oye feo, si es así perdón) que les pusieron, con una bancada tricolor en la siguiente legislatura donde el gris es el color predominante.

Entonces el gobernador entrante puede ser de los que más aporten a la causa azul a nivel federal, si como decía le salen bien las cosas.

Y también como decía a nivel federal el PRI sigue mofándose de sí mismo, aplaudiendo los chistoretes de Enrique Ochoa Reza y evadiendo la desastrosa imagen de Peña Nieto, esa que ni Tromp la tiene.

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