En parte por la derrota, pero también porque les han cerrado la llave de los centavos, las oficinas del PRI de la mayoría de los municipios de Tamaulipas se encuentran casi solas y el movimiento es inadvertido.
Las de Tampico, Madero y Altamira no son la excepción. En varias ocasiones nos tomamos la molestia de hacerles una visita de cortesía y comprobamos científicamente que las sedes están más desiertas que las escuelas en vacaciones. En el caso del puerto jaibo los únicos que nunca faltan, además de las personas que contestan los teléfonos, son los médicos que atienden a los que acuden al lugar por cuestiones de salud. ¿Dónde estarán Sergio Villa- rreal Brictson, Felipe Jiménez Martínez y Eulogio Sánchez de la Rosa? No tenemos idea, seguramente, como acostumbran los priistas, están a la espera de que el alto mando nacional les informe, primero quién sustituirá en el cargo a Rafael González Benavides y luego que este les indique quiénes seguirán en el puesto y cuáles los que serán relevados.
Las bases militantes se encuentran desilusionadas por las derrotas, pero a más de dos meses del fatídico 5 de junio, nadie se ha acercado a ellos para levantarles el ánimo e informarles los planes de trabajo que tienen pensado los dirigentes poner en práctica para recuperar los espacios perdidos y la confianza de los ciudadanos.
Y lo que es peor. En lugar de abrir las billeteras para reactivar al partido, han restringido el flujo económico. El argumento, que no hay dinero, cuando bastaría que pasaran la charola a tres o cuatro ex alcaldes y militantes distinguidos, que le deben enormes favores al instituto político, a efecto de disponer de los recursos suficientes para poner al ex invencible en pie de lucha.
Del medio millón de pesos que, en promedio, se destinaban mensualmen- te a cada comité municipal, antes de los comicios, ahora sólo les otorgan cien mil y menos, que no alcanzan ni para cubrir los gastos de los servicios de energía eléctrica, teléfono y sueldos de los empleados.
Es tan acentuado el desencanto que priva en las filas del ex partido oficial que ya ni las comilonas de cumpleaños, como la que se ofreció al diputado Edgar Melhem Salinas, en donde todo es de gorra, le interesa a la mayoría de los miembros de la clase política tricolor. ¿Saben cuántos priistas de Tampico, por ejemplo, asistieron al convite del coordinador de los diputados federales priístas?
Aunque usted no lo crea, solamente el alcalde Gustavo Torres Salinas y Antonio Rivera Casillas. De la urbe petrolera, sólo se vieron a la ex candidata a diputada local, Honoria Mar Vargas, y a Ernesto Gutiérrez Rodríguez, que no se pierde una.
Causa extrañeza, a propósito, que, en contraste con lo que sucede a los priís- tas de otros municipios del Estado, en el maderense hay más caras sonrientes que tristes. Quizá, como dicen algunos de ellos, a veces perdiendo se gana. Además de que ya están acostumbrados a ser oposición, como ocurrió durante los doce años que gobernó el PRD y otros 9 que lleva el sindicato petrolero, no son pocos los activistas del tricolor que piensan que a lo mejor les va menos mal, a ellos y a la ciudad, con el panista Andrés Zorrilla Moreno que como les fue con los alcaldes del PRI.
Hablando de otros asuntos, ¿se acuerdan del ex diputado local, ex Secretario de Turismo de la entidad y ex gerente de la Comapa de la zona conurbada, Mario Leal Rodríguez, quien en el pasado proceso electoral renunció al PRI, tras 32 años de militancia, para sumarse al proyecto político de Francisco Javier García Cabeza de Vaca y anduvo muy activo a lo largo de la campaña electoral? Todo mundo, por supuesto, sin embargo, después del triunfo del reynosense, el ex priísta ha desaparecido casi por completo del escenario político.
Aunque todo indica que reaparecerá en el momento en que Cabeza de Vaca dé a conocer a los nombres de los integrantes del equipo de colaboradores administrativos a los que el gobernador electo invitará o ha invitado a que le echen la mano el próximo sexenio.
Independientemente de que el estilo de hacer política, les desagrade o moleste a muchos, Leal Rodríguez es un elemento experimentado que podría serle muy útil al sucesor de Egidio Torre Cantú.
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