NUEVO LAREDO, Tamaulipas.-Horas después del accidente, en donde fue destrozado un automóvil valuado en 1.5 millones de dólares, familiares de los afectados llegaron a Nuevo Laredo a bordo de una avioneta privada y los trasladaron a la ciudad de México.
Leonardo Padilla Santa María, de 41 años y a su acompañante Juan Pablo Ocampo Sánchez, de 28 años, fueron atendidos en el Hospital México-Americano de esta frontera.
Fue el padre de Leonardo, quien junto a otros familiares, arribaron la tarde del jueves al Aeropuerto Internacional Quetzalcóatl en una avioneta, para proceder a llevarse a los dos lesionados.
Padilla Santa María y Ocampo Sánchez, se identificaron verbalmente como empleados del presidente Enrique Peña Nieto e inclusive comentaron que llegando a la Ciudad de México, comprarían otro carro similar al destruido en el accidente.
Se trata de un automóvil Koenigsegg CCX modelo 2009, placas 2596-XB del estado de México, registrado a nombre de la Agencia Musanne de México, con domicilio en calle Juan Salvador Agraz número 97 en la colonia Santa Fe en Ciudad de México.
La tarde del jueves, Leonardo conducía el lujoso vehículo, valuado en 1.5 millones de dólares, circulando de norte a sur por la Carretera Nacional México-Laredo.
Al encontrarse a la altura del kilómetro 13, el conductor perdió el control de la unidad, pegándose contra la banqueta del camellón central, para salir “volando”, dar varias volteretas en el aire y volcarse.
El vehículo quedó sobre el camellón central de la Carretera Nacional. Los dos tripulantes, resultaron lesionados, aunque no se gravedad, mientras que los restos del lujosos y valioso vehículo fueron trasladados a un corralón en una grúa de la empresa Red de esta frontera.
En su declaración ante agentes de la Dirección de Tránsito y Vialidad Municipal Leonardo aseguró que lo iban “siguiendo” dos vehículos blancos “le di más rápido y una pick-up roja no me dejaba pasar y el pavimento estaba muy liso y perdí el control y me subí al camellón”.
Mientras recibían atención por parte del personal paramédico, Leonardo y Juan Pablo realizaron varias llamadas a la ciudad de México y horas después arribaron sus familiares en un vuelo privado y llevarlos a su lugar de residencia.
