MATAMOROS, Tamaulipas.- Una pesadilla ha quitado el sueño a la frontera tamaulipeca durante décadas. Es el fantasma del desplome en la industria maquiladora de exportación, cuyos altibajos históricos palidecen hoy ante una amenaza mucho más real: la posible retirada de muchas de sus empresas si se concreta le “era Donald Trump”. En resumen, el mayor desastre económico imaginable en el terreno laboral.
Con cuna en Matamoros hace aproximadamente 42 años y considerada el motor de la economía de la frontera norte, se estima que en el Estado dependen de esta “mina de oro” alrededor de 200 mil trabajadores, 60 mil sólo en esta ciudad –el 60 por ciento del empleo formal– y genera en Tamaulipas una derrama económica
aproximada por mes, sólo en salarios, superior a los mil millones de pesos.
El florecimiento de esa industria en Matamoros, que depende en un 80 por ciento del mercado norteamericano, ha sido producto de la liberación del comercio y sobre la cual crece la amenaza del proteccionismo por el que se inclina el candidato presidencial republicano de los Estados Unidos, que de concretarse prácticamente acabaría con esa industria y generaría en el mediano plazo graves consecuencia sociales, advierten dirigentes empresariales.
Todos coinciden que si hipotéticamente cerraran las empresas de la industria maquiladora, por dejar de tener las ventajas de la competitividad que permite en libre comercio, en la frontera con Estados Unidos habría una quiebra masiva de negocios y se perderían en el país más de un millón de empleos, mientras en Tamaulipas podría rebasar los 200 mil.
Sin embargo todos se resisten a ver ese escenario y creen que la industria maquiladora continuará operando en las mismas condiciones, sin desconocer que las amenazas de Donald Trump están generando incertidumbre entre las empresas y los inversionistas, porque cerrar las fronteras e imponer impuestos arancelarios de los productos que exportan dichas empresas al mercado norteamericano terminarían con la bonanza alcanzada en 42 años.
Osvaldo Castillo Hernández, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, dijo que con el florecimiento de la industria maquiladora, de donde dependen actualmente en el caso de Matamoros el 60 por ciento de los empleos, la agricultura dejó de ser el motor de la economía desde hace unos 40 años.
Subrayó que las 114 empresas de la industria maquiladora que tiene esta ciudad, no solamente dejan una derrama económica por los sueldos y salarios que pagan a sus aproximadamente 60 mil obreros, sino que hay una cadena de valor agregado, porque dichas empresas demanda servicios y muchos productos que compran a empresas locales, regionales y nacionales.
Dijo que si la industria maquiladora desapareciera tendríamos un panorama desolador, se presentaría una quiebra masiva de muchos comercios y prestadores de servicios donde actualmente hacen sus compras miles de familias que laboran en dichas empresas.
Recordó que en la recesión económica del 2009 en Estados Unidos, en la industria maquiladora de Matamoros se perdieron 20 mil empleos, lo que provocó serios problemas para el comercio y para las familias que dejaron de tener un salario para sobrevivir.
Del 2009 hasta la la fecha apenas se empieza a recuperar el empleo en la industria maquiladora, que ya rebajan la cifra de los 60 mil.
Un cierre de las empresas maquiladora, agregó, generarían graves problemas sociales porque con el desempleo miles de familias no podrían darle educación a sus hijos, aumentarían los problemas de inseguridad y se incrementaría la pobreza.
Castillo Hernández agregó, que tampoco le será fácil a Donald Trump cumplir con sus amenazas aun cuando ganara la Presidencia, porque va a encontrar un rechazo generalizado en su propio país y no será fácil convencer al Congreso Norteamericano para llevar adelante sus políticas proteccionistas.
Sin embargo, agregó, su discurso está causando incertidumbre entre los inversionistas y nerviosismo en el mercado de cambios, al grado que el dólar ya llega a los 20 pesos.
Sobre el futuro de la industria maquiladora, dijo, que por el momento es incierto por las campaña presidencia de los Estados Unidos.
Si gana la presidencia, Hillary Clinton, expuso que la industria maquiladora seguirá su ritmo de crecimiento y fortalecimiento, porque con la devaluación del peso frente al dólar, dichas empresas son ahora más competitivas, porque han reducido hasta en un 40 por ciento sus costos de operación en México.
Por su parte, Valentín Contreras Mejía, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, dijo que se estima que el 60 por ciento de los empleos en la frontera son de la industria maquiladora.
“Si hipotéticamente desapareciera la industria maquiladora, en Matamoros y en toda la frontera tamaulipeca se registraría un desastre económico, porque quebrarían cientos de negocios y prestadores de servicios y mucha gente se iría de la ciudad”, expresó.
Sería un caos, aseguró, porque al perderse los empleos las familias abandonarían sus casas al no poderlas pagar y dejarían a sus hijos sin escuela.
“Actualmente, a pesar de que tenemos a la industria maquiladora se ha estado viendo una migración de familias que se han ido a Monterrey y Tijuana, porque en
esta ciudad el crecimiento ha sido muy lento”, reconoció.
Subrayó que eso se debe también a que no se han reactivado otras actividades como el turismo médico que tiene un gran potencial y que lamentablemente se estancó como consecuencia de la inseguridad.
Aseguró que “si lográramos resolver el problema de la inseguridad el turismo médico y gastronómico en nuestra ciudad tendría un crecimiento muy fuerte, se generarían nuevos empleos y se fortalecería la economía”.
Aseguró que en forma paralela las playas tienen un gran potencial, porque a pesar de que no tienen la infraestructura adecuada, anualmente son visitadas por miles de familias, muchas de ellas procedentes del interior del país.
Añadió que otro motor muy importante para la reactivación de la economía de Matamoros, “es la riqueza petrolera que se tiene frente a las costas de esta ciudad y que lamentablemente tardará en dar frutos como consecuencia de la brusca caída de los precios del petróleo.
“Pareciera que estamos salados, porque cuando se descubrieron los ricos yacimientos del petróleo se sembraron grandes expectativas de desarrollo y lamentablemente todo se frenó por la caída en los precios”.
Dijo que hace unos días tuvo la oportunidad, junto con otros empresarios ir a una de las plataformas de exploración que hay frente al puerto de Matamoros y los reportes es que han encontrado nuevos yacimientos con una pureza del 95 por ciento, contra el 65 que tiene el que se vende en los mercados extranjeros.
Al preguntarle sobre los riesgos para la industria maquiladora, con un hipotético triunfo del candidato presidencial republicano, Donald Trump, que amenaza con poner aranceles a todas las importaciones procedentes de México, dijo que “las empresas de los Estados Unidos son competitivas mundialmente por la sociedad que tienen con México, donde sus empresas puedan hacer muchos productos que luego llevan a su mercado a precios muy accesibles”, explicó.
Si los norteamericanos hacen todo en su país y no importan nada, “dejarían de ser competitivos, podemos poner como ejemplo a la industria automotriz y los autos no valdrían lo que valen actualmente, porque hacerlos allá en mucho más costoso que si se producen en México y en consecuencia se quedarían fuera de mercado”.
Otra falsedad del candidato republicano es que los migrantes mexicanos se están quedando con los empleos de los norteamericanos. “Eso es una mentira, los mexicanos hacen muchos trabajos que no hacen los norteamericanos”.
El comercio entre México y Estados Unidos, dijo, ha crecido como cuatro veces desde que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio.
Otro obstáculo, agregó, serían los mismos norteamericanos, los primeros en brincar si empieza a tener que pagar más caro por los productos.
Reconoció a pesar de eso, que en estos momentos si hay una incertidumbre por el discurso proteccionista del candidato republicano y muchos inversionistas están esperando a ver que pasa después de las elecciones, pero se manifestó confiado de que la industria maquiladora continuará creciendo, más ahora con un dólar tan fuerte, que ya llegó a los 20 pesos.
Por su parte, Guillermo Lash de la Fuente, ex vicepresidente nacional de la industria nacional fronteriza y maquiladora de la Cámara Nacional de la Transformación, dijo que muchas empresas nacionales, dentro de la proveeduría secundaria, se mantienen por las ventas que hacen a las empresas maquiladoras de exportación.
“Por ese motivo el 70 por ciento del empleo, entre los directos y los indirectos, se sostienen por la industria maquiladora, motivo por el cual dichas empresas juegan un rol muy importante en la economía de las ciudades de la frontera como Matamoros”, expuso. Para demostrar la importancia que tiene la industria, dijo
que la franja fronteriza entre México y Estados Unidos, está considerada como la cuarta economía más grande del mundo, por el gran intercambio comercial que tienen los dos países.
Dijo que si desaparecieran las empresas de la industria maquiladora de exportación en la frontera y especialmente en Matamoros, se registraría un desastre económico, “con fuertes repercusiones sociales”, con un desempleo terrible y cierres masivo de empresas comerciales y de servicios.
Las empresas nacionales proveedoras de esa industrial también irían a la quiebra.
Guillermo Lash de la Fuente, director general de la empresa GL Manufacturas, reconoció que el discurso radical, con tendencias proteccionistas del candidato presidencial de los Estados Unidos, Donald Trump, si está generando actualmente incertidumbre entre los empresarios del ramo y los inversionistas.
Dijo que ya tienen una primera repercusión. La armadora General Motor de Ramos Arizpe, acaba de anunciar que parte de los motores de autos que ahí se fabrica, ahora se harán en Canadá.
Aseguró que para Trump, en un hipotético triunfo, “no le será fácil cerrar la frontera con México, como tampoco gravar las importaciones procedentes de nuestro país, porque seguramente encontrará oposición en el Congreso Norteamericano”.
Recordó que el Congreso de los Estados Unidos, tiene un fuerte peso político en dicho país y es un fuerte contrapeso del Presidente de los Estados Unidos.
“El (Trump) en estos estos momentos está haciendo campaña, con un discurso radical y visceral, pero muchas de sus propuestas no son una decisión personal, sino que tienen que pasar por el Congreso y es ahí donde se le puede frenar”, dijo.
Descartando el escenario Trump, dijo, que “ven en el mediano plazo grandes perspectivas de desarrollo de la industria maquiladora, como consecuencia de la devaluación del peso frente al dólar”.
Expuso que con un dólar casi en los 20 pesos, las empresas de la industria maquiladora están teniendo un fuerte ahorro en sus costos de operación.
El costo de la mano de obra, la compra de insumos mexicanos, se ha reducido para las empresas en casi un 50 por ciento.
La derrama
Tamaulipas tiene 355 empresas de la industria maquiladora, generando alrededor de 213 mil 512 empleos, de acuerdo con reportes de la Secretaría de Economía y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y durante el 2015 generó una derrama económica de 63 mil 677 millones de pesos, por concepto de pago de sueldos y salarios y la compra servicios e insumos nacionales.
Del total de empresas maquiladoras, el 82 por ciento se asienten en las ciudades de la frontera norte del Estado. En Matamoros se tienen 114 compañías, en Reynosa 148 y en Nuevo Laredo hay 32 operando.
El 94 por ciento de las empresas son establecimientos de manufactura y el resto son de tipo agropecuario, pesca, comercio y servicios.
Al mes de abril del presente año, el sector maquiladora estaba generando en Matamoros 55 mil 219 empleos según el INEGI. Sin embargo los dirigentes sindicales y empresarios de esta ciudad estiman que para el mes de agosto la cifra subió a los 60 mil, por las expansiones que han registrado algunas empresas, lo que significa el segundo lugar en el Estado.
En la generación de empleos de esa industrial, Reynosa ocupa el primer lugar con 105 mil 204 plazas laborales, lo que representa el 41 por ciento del total.
Sindicatos ni ven ni oyen a Trump
Gerardo Vázquez
Aunque el reinado del sindicalismo en la industria maquiladora ha menguado, aún conserva una importante cuota de influencia.
El poder de los mismos, integrados en la Confederación de Trabajadores de México (CTM) mantenía el control de toda la industria manufacturera de la región, con una lucha constante que permitió hace más de 30 años que se lograra que las empresas concedieran la semana de 40 horas con pago de 48, además de contar con muchas prestaciones sociales, muchas de las cuales hoy han desaparecido.
Agapito González Cavazos, como secretario general del Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales, monopolizó durante muchos años la contratación de personal con las empresas de la industria maquiladora que llegaba a Matamoros, atraída por tener una excelente mano de obra.
Al fallecer Agapito el sindicalismo entró en una lucha por el lucha por el poder, el cual se dividió en 4 cabezas visibles. Una de ellas es la de Juan Villafuerte Morales, Secretario General del Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora, además de ser el secretario general de la Federación Regional de Trabajadores de Matamoros. Villafuerte Morales representa a gran parte de 60 mil trabajadores de maquila en Matamoros, en 67 empresas.
El segundo bastión lo tiene Jesús Mendoza Reyes, quien dirige el Sindicato Industrial de Trabajadores en Plantas Maquiladoras y Ensambladoras de Matamoros y Municipio (Sitpmemm), quien mantiene el control de 15 mil obreros aproximadamente en 32 empresas.
La tercera cabeza del poder sindical es la de Alfredo Bazán Serrata, dirigente del Sindicato de la Petroquímica a nivel local, titular del Sindicato de Maquiladoras que aglutina más de tres mil obreros.
El más bisoño pero no menos poderoso de los dirigentes es Rubén Arturo Longoria Uribe, quien heredó el Sindicato de Trabajadores de la Industria Maquiladora y Ensambladora (Stime) que formó su padre, el ex dirigente del Suterm en Matamoros, Mauro P. Longoria Martinez, quien trabaja con alrededor de 14 empresas
maquiladoras, representando a 5 mil trabajadores.
Para los dirigentes sindicales es impensable la posibilidad de la perdida de la industria maquiladora en la frontera, porque simplemente significaría el desplome total de la economía A la pregunta de que pasaría si desapareciera la industria maquiladora en la frontera de Tamaulipas, la respuesta es tajante de parte de Alfredo Bazan Serrata: “No va a pasar”.
“Es más, la maquila en la frontera se va a incrementar de forma constante, pues tenemos mano de obra calificada y también somos competitivos”, puntualizó Bazán Serrata.
La misma expresión fue compartida por Juan Villafuerte Morales, secretario general del Sjoiim, quien además agregó que que la industria maquiladora no pasará a un segundo plano con la llegada de la industria petrolera, más bien irá de la mano con ella, aseguró. Señaló que el anuncio hecho por Pemex sobre los nuevos yacimientos de petróleo, dijo que eso ayudará en el mediano plazo a fortalecer la economía y generar mas fuentes de empleo. Al preguntarle si por todo ello la Maquila quedaría en un segundo plano, Villafuerte Morales indicó que no, que el desarrollo de esa industria “ira de la mano” con el desarrollo petrolero.
Rubén Longoria Uribe, destacó que la frontera mexicana es muy atractiva para la industria maquiladora norteamericana. Pero el reto es que las maquiladora regresen al continente, después de estar trabajando en China, donde han tenido problemas de calidad “, expresó.
Hay empleo, no hay demanda
Pero a pesar de la aparente fuerza, los sindicatos de Matamoros han ido perdiendo capacidad de negociación frente a las empresas maquinadoras por la propia competencia entre ellos en la búsqueda de contratos, señaló el doctor Arturo Zárate Ruiz, investigador del Colegia de la Frontera Norte.
El estudioso reconoció la perdida del salario donde se ha comenzado a dar un fenómeno en el que hay vacantes pero no se cubren a pesar de la demanda y la necesidad de la gente. “Y no se cubren por una simple razón, por los bajos salarios que pagan; estos representan una bicoca comparado a otros costos de producción de una maquiladora”, subrayó el profesor investigador.