Cuando un solo partido gobernaba el país, los estados, y los municipios, había una suerte de reglamento no escrito que ataba de manos a gobernadores y alcaldes. Con todo lo negativo que ello pueda implicar, nadie movía un dedo sin la autorización del presidente de la República.
Con el paso del tiempo, y la llegada de la alternancia a los tres niveles de gobierno, las viejas estructuras de poder vertical se desvanecieron, pero
en su lugar se formaron minicotos de poder. Los gobernadores como pequeños virreyes y los alcaldes como caciques se sintieron libres para hacer y deshacer. En muchos casos el presupuesto los volvió locos.
Por eso, en la actualidad cada tres o seis años es común jugar a adivinar cuál de los ex funcionarios será atrapado por el brazo de la justicia.
En el caso de Tamaulipas no son pocos los alcaldes que parecen tener frente a sí un futuro complicado, pero hay un par que presidieron dos de los
municipios más importantes del estado, y por ello, están en la mira de todos.
Gustavo Torres Salinas tiene muchas explicaciones que dar a los tampiqueños. Su administración se caracterizó por el manejo discrecional de los recursos públicos para favorecer sobre todo a sus amigos constructores.
Obras como la reconstrucción de los mercados (en proceso) y la zona aledaña a la Aduana Marítima, brillan por sus deficiencias. A ello debe sumarse que Gustavo dejó las arcas vacías y le heredó a Magdalena Peraza muchos pendientes con los empleados municipales, que la “maestra” no está dispuesta a dejar pasar.
El otro caso que salta a la luz es el de José Elías Leal, en Reynosa. Aquel alcalde que deslumbró al priísmo por la cantidad de votos que obtuvo en su
elección, y que se despidió rodeado de graves señalamientos por desvío de recursos.
El colmo: el martes por la noche fueron detenidos tres ex funcionarios municipales por robarse documentos de varias dependencias municipales. El hecho desde luego va más allá de lo anecdótico y raya en la sospecha.
La situación no es sencilla para Gustavo y para Pepe. En primer lugar porque en ambos casos los sucedieron alcaldes con los que evidentemente no tienen química política, por más que en el caso de Tampico haya continuidad del partido en el gobierno.
Pero además es evidente la intención del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca de ir hasta las últimas consecuencias para castigar a quien haya cometido actos de corrupción.
Ante la exigencia ciudadana y la voluntad política del gobierno en turno, no es un disparate pensar que pronto veremos a un par de alcaldes ser llevados ante la justicia.
Más nombramientos
Los nombramientos de la estructura gubernamental salen a cuentagotas y hay algunos que ya no tienen uñas en espera de su designación. Ayer apenas se conocieron dos que tienen cierta relevancia por el papel que habían desempeñado en el proyecto político de Cabeza de Vaca.
La matamorense Silvia Almanza es la nueva directora de Relaciones Públicas del gobierno del estado, y el tampiqueño Germán Pacheco será Director General del Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Física Educativa.
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