El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca cumplió ya una semana ejerciendo el poder, hemos comenzado a conocerlo como tal y el saldo hasta ahora debe considerarse como muy positivo para el tiempo que lleva con la investidura.
Así es mis queridos boes, de hecho desde el día en que recibió el mando, Cabeza de Vaca lo hizo con un estilo muy propio, rompió con la costumbre priista del “besamanos” (aquella kilométrica fila de ciudadanos para saludar al gobernador) salió de la barrera que separaba a los gobernadores de los gobernados para moverse el hacia las mesas a saludar y agradecer a quienes le acompañaron en la comida para celebrar su triunfo.
Ese día, las crónicas ya publicadas lo registraron, vimos a un gobernador convertido por el público en “rock star”, abrazado, besado y piropeado por el Polyforum Victoria que estaba a reventar, mientras el propio mandatario tomaba las selfies de quienes le pedían la gráfica.
Al día siguiente, mientras los del poder fáctico, incendiaban llantas, un auto y hasta un local, además de que se correteaban a balazos, Cabeza de Vaca era nuevamente vitoreado, apapachado y depositario de la esperanza de miles y miles en su natal Reynosa.
Ahí se vio a Cabeza de Vaca entre la multitud de un pueblo que también demostró que esta vez no cayó en el miedo de quienes intentaron
boicotear el evento.
Entre semana, los periodistas de Victoria lo vieron llegar al Palacio de Gobierno y detenerse con ellos a contestar preguntas, sé incluso que el gobernador habló con los reporteros fuera de entrevista, lo que dejó también un buen sabor de boca.
Y fue el sábado cuando mientras decenas de chavos limpiaban la playa La Pesca, de pronto se aparece la camioneta del gobernador, quien enfundado en ropa informal, pantalones de cargo y camisa igual, gorra y lentes de sol, se acerca a los jóvenes para sumarse a las labores de limpieza.
Los videos en vivo no se hicieron esperar de los propios muchachos, mientras la lluvia caía, el gobernador era casi sacado del lugar en hombros por él entusiasmos de los chavos. Fotos, selfies, besos y abrazos.
A simple vista, vimos a un gobernador con un operativo de seguridad relajado, no al clásico mandatario rodeado de guaruras que codean al que quiere acercarse, por el contrario los ahí presentes iban y venían hacia él.
Si recordamos para la primera semana del gobierno de Egidio Torre Cantú, ya en el Palacio de Gobierno los guardaespaldas de éste se habían agarrado a patadas y uno que otro puñetazo con los periodistas que cubren la fuente.
Sus giras al interior del estado eran de un despliegue de seguridad más severo incluso que los que usa un presidente de la República, con vallas varias cuadras a la redonda y filtros nunca vistos en Tamaulipas; luego cambió, también hay que decirlo.
Pero si nos limitamos a esta primera semana de gobierno de Cabeza de Vaca, entonces podemos hablar de que hay estilos diferentes.
Y seguro que el pueblo lo ha percibido y ayer que Octavio Arias, de Arias Consultores, me entregó los resultados de la primera encuesta sobre el posicionamiento del gobernador Cabeza de Vaca, que hoy se publican en Expreso/LaRazon, entendí que el cambio de estilo rindió frutos.
Miren, por Cabeza de Vaca el 5 de junio pasado votó poquitito más del 50 por ciento de los electores, pero ahora el 58.4 por ciento respondió que simpatiza con él; es decir que el gobernador subió sus preferencias en ocho puntos porcentuales lo que no es cosa menor.
El análisis de crecimiento del apoyo de la mayoría de pueblo a Cabeza de Vaca se robustece cuando en el ejercicio les preguntan ¿qué esperan del gobierno de Cabeza de Vaca en cuanto a resultados?, que mejorará el estado, que empeorarán las cosas o que siguieran igual.
Ahí otra vez ese 50 por ciento que votó por él en junio fue rebasado, porque el 54.4 por ciento contestó que las cosas mejorarán con la gestión panista.
Pero ¿cómo debe tomar Cabeza de Vaca este ejercicio?, si contestamos a bote pronto, sin meditarlo, podríamos decir que de muy buena gana, que lo debe llenar de orgullo y que es hasta para festejar, peeeero, la otra lectura es la que un juicio más a fondo nos dice que el pueblo sigue subiendo las expectativas sobre su mandato, que la fe en que hará las cosas bien sigue contagiando incluso a los que no votaron por él.
Eso implica un mayor compromiso para el gobernador, para su equipo, eso significa que cada paso que den estará bajo la mirada de esos miles que esperan buenos resultados, pero también de aquellos que nunca estuvieron convencidos y que no votaron por él y que desafortunadamente desean que las cosas le salgan mal.
Por cierto, hoy el gobernador tendrá su primer evento en Victoria al asistir a la Tercera Semana de la Salud, también será la primera vez que estén en público juntos el panista y el alcalde capitalino Óscar Almaraz Smer, uno y otro se han tendido la mano, veremos qué pasa.
Comentarios:
meliton-garcia@hotmail.com
Twitter: @melitong