TOLUCA DE LERDO, México.- La magistrada presidente del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de la Ciudad de México (TCACDMX), Yasmín Esquivel Mossa, afirmó que los tribunales administrativos del país son los responsables de materializar y consolidar el Sistema Nacional Anticorrupción, y tendrán la tarea prioritaria de hacerlo un sistema eficaz en las entidades federativas y demostrar que existe un compromiso por combatir frontal y decididamente este flagelo social.
En el marco de su toma de protesta como presidenta del Consejo Directivo de la Asociación de Magistrados de Tribunales de lo Contencioso Administrativo de los Estados Unidos Mexicanos (AMTCAEUM) para el periodo 2016-2018, dijo que por mandato del Constituyente: “Habremos de ser quienes juzgaremos y sancionaremos –con energía y sin miramientos–a los funcionarios públicos y a los particulares quienes incidan en actos graves de corrupción”.
Ante magistrados de toda la República, Esquivel Mossa, –quien fue electa por unanimidad– ofreció a los integrantes de la AMTCAEUM, generar los acuerdos políticos necesarios que garanticen su autonomía e independencia y dar respuesta “a la exigencia y reclamo social de que seamos implacables combatiendo la corrupción que aquejan la vida política nacional”.
Asimismo, exhortó a los impartidores de justicia a estar alertas ante cualquier intento por violar la autonomía e independencia de los juzgadores y dar aviso para poder actuar en consecuencia, pues “La tentación autoritaria de incidir en nuestro actuar, que por antonomasia deber ser independiente y autónomo, estará a la vuelta de la esquina”, exclamó.
Ante ello, Esquivel Mossa aseveró que los impartidores de justicia deben sacar la casta y demostrar –tanto a las autoridades como a la ciudadanía– que son “…las instancias idóneas para ser los guardianes de la legalidad y de la transparencia en el ejercicio del poder, al tiempo que seremos implacables para sancionar a quienes traicionaron la confianza de la gente y pervirtieron la integridad del servicio público” al cometer actos de corrupción.
La magistrada presidente del TCACDMX advirtió que el legislador federal designó a los tribunales administrativos como garantes y encargados de juzgar y sancionar los actos de corrupción de funcionarios, al considerar que son instancias transparentes su actuación, con rendición de cuentas y cercanas a los intereses de la sociedad.
Esquivel Mossa explicó que –después de mucho insistir ante el legisladores federales– hoy es una obligación que en todas las entidades del país se instituyan Tribunales de Justicia Administrativa, que estarán dotados de autonomía e independencia para dictar sus fallos y tendrán a su cargo no solo dirimir controversias que se susciten entre particulares y la administración pública local o municipal, sino también de imponer las sanciones respectivas a los servidores públicos y municipales por responsabilidad grave administrativa.
También, puntualizó que los tribunales de justicia administrativa son unas de las pocas instituciones del estado en donde la sombra de la impunidad y la corrupción no han hecho estragos. Y exhortó a sus colegas a fortalecer la autonomía y la independencia de los tribunales y su función como impartidores de justicia.
La impartidora de justicia capitalina manifestó que la sociedad atraviesa por una evidente situación de desencanto y desconfianza, por lo que solicitó a sus colegas redoblar esfuerzos para retomar la confianza y brindar certidumbre a quienes nos debemos y servimos: a la ciudadanía. “Somos garantes de legalidad” espetó.
En otro orden de ideas, Esquivel Mossa detalló que los Tribunales de Justicia Administrativa son garantes de la legalidad y “seguiremos contribuyendo a mantener la gobernabilidad: emitiendo resoluciones que brindan certeza jurídica a los gobernados; además, de legitimar las acciones emprendidas por los ejecutivos locales al tiempo que les brindamos elementos de fortalecimiento legal de sus acciones y determinaciones” afirmó.
Para concluir, indicó la magistrada que el reto de los tribunales administrativos es de grandes dimensiones, pues la sociedad tiene puestas las miras en nuestro actuar y sentir, por eso debemos cumplir con sus expectativas y estar a la altura de las mismas y dar respuestas prontas a las demandas sociales.