MATAMOROS, Tamaulipas .- Desde hace muchos años se ha propuesto que el llamado Panteón Antiguo sea considerado como un paseo turístico, sin embargo, ninguna autoridad ha podido concretar esto, señaló Pablo González Rodríguez.
El guardián del cementerio comentó: esa intención tiene muchos años, sin embargo, pero nadie le quiere invertir como debe de ser en este panteón, el que, de acuerdo a registros, fue fundado en el año de 1832.
Dijo que cuando el panteón recibe más visitantes, es precisamente los días uno y dos de noviembre, fechas que ya se acercan y por lo tanto, en estos momentos se continúa realizando labores de limpieza en este lugar.
Señaló que para estos dos días se espera lleguen al campo santo un promedio de tres mil personas, o tal vez más, quienes acudirán a depositar ofrendas florales en las tumbas de sus familiares que ya fallecieron.
En el cementerio, aseguró el guardián, quien tiene más de 28 años laborando en este lugar, hay 950 tumbas, algunas consideradas como verdaderos monumentos, pues se trata de sepulturas que fueron hechas con material especial que pudieran ser consideradas como obras de arte.
Explicó que todo está listo para recibir a las miles de personas que acudirán ahí los días uno y dos de noviembre, Día de los Santos Difuntos o Día de los Muertos, como ya es una tradición a nivel nacional.
ALGO DE HISTORIA
Se le considera como uno de los principales sitios históricos de Matamoros, y no es para menos, ya que ahí descansan los restos de algunos de los personajes que llegaron a forjar la gran historia de esta frontera.
El llamado Panteón Antiguo –localizado en pleno centro de la ciudad-, fue abierto el primero de enero de 1832 y hay quienes lo consideran como un museo, debido a las tumbas impresionantes que ahí hay.
“Incluso, en el lugar se puede encontrar una réplica del sepulcro del Gran Corso Napoleón, o de la fachada de lo que es el edificio de Los Inválidos de París, entre otras tumbas que son muy interesantes”, dijo Andrés Cuéllar Cuéllar.
El historiador de Matamoros comentó que el Panteón Antiguo es un sitio impresionante, considerado como sitio histórico que debería ser visitado por la gente, ya que dar un recorrido por el lugar es muy interesante.
“Es muy posible”, dijo, “que existieron otros cementerios antes que éste, pero sería difícil saberlo, ya que se cuenta con poca información, pero lo cierto es que anteriormente se acostumbraba sepultar en las iglesias, o en terrenos que la iglesia bendecía”.
Comentó que en el Panteón Antiguo se pueden encontrar tumbas impresionantes, como una que mide unos tres metros de alto, o aquellas tipos mausoleos, así como otras que muy sencillas, pero que fueron construidas con material traído de Europa.
Pero lo más interesante del camposanto, es que ahí se encuentran sepultados los restos de aquellas personas que forjaron la historia de Matamoros, como Don Miguel Barragán, quien fue presidente Municipal cuando Lucio Blanco tomó Matamoros, en 1913.
Así como los de la conocida maestra Edubiges González, los del poeta José Arrese, originario de Monterrey; los del ingeniero Leopoldo Palacios, un reconocido perito y músico; pero también los del general Eugenio López, quien murió en la Batalla de “Las Antonias”.
Los de la familia Cross, como son Don Melitón y José Cross; Juan McMillan, un gran comerciante, los del capitán Antonio Echazarreta, quien publicó el Plan del Tahuachal y quien fue fusilado precisamente en 1913 en el mismo panteón.
Ahí también se encuentran las tumbas de Don Eliseo Paredes, los de las familias Danache e Hinojosa, así como otras en las que se pueden leer mensajes o largos epitafios que hoy en día ya no se acostumbran.
En el lugar se puede encontrar un mausoleo impresionante en honor a Ramón Elizondo, que fue construida en 1891, así como la tumba de Servando Canales, militar quien combatió con los liberales en la guerra de Reforma.
Asimismo, se encuentran los restos de Manuel Junco de la Vega, padre del escritor Celedonio Junco de la Vega; los de Josefina Menchaca; de Cristóbal Montiel, primer cónsul de Cuba en Matamoros, así como lo del pirata irlandés Ricardo Everett.
También los del francés Eduardo Seuzenen, quien construyó el Mercado Juárez; los de Leocadio Muñoz, cuya tumba fue construida con piedra que se trajo de Europa y los de la familia De la Garza Falcón y García, a quienes el rey de España les concedió la posesión de lo que hoy es el Condado de Cameron, en Texas.