CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Considerada como un paraíso donde se podía practicar la pesca deportiva con los mejores trofeos de Lobina, los 12 centros turísticos que rodeaban la inmensa presa Vicente Guerrero, lograron alojar en sus mejores tiempos hasta 5 mil turistas al año y obtener ganancias por arriba de los 2 millones y medio de dólares por esta actividad, hoy solo son recuerdos.
Se cuenta que en sus aguas pescaron personajes como Don King, el ex presidente de Estados Unidos George Bush y muchos políticos de nivel nacional.
Centros turísticos como el Corona Lodge, el Big Bass, el Halcón, Rancho la Paloma, la Isla, Club Exclusivo, Campo la Tortuga, Hacienda Las Palmas, Hacienda Lago de Guerrero, Lago Vista y Villa Náutica, fueron testigos del esplendor y decadencia del turismo de caza y pesca en las cercanías de la presa.
Entre los años 1987 y 1988, en helicóptero o en avioneta solía aterrizar el entonces secretario de Hacienda, Pedro Aspe Armella, quien acompañado de su equipo más cercano, gustaba de practicar la pesca deportiva y la cacería de paloma Ala Blanca.
Además, muchos extranjeros cada día llegaban por tierra o aire, en busca de la mejor Lobina y a comprobar que el Lago de Guerrero, era el mejor lugar para pescar dejando una importante derrama económica en la región.
El 40 por ciento de los negocios en quiebra
Con unos cuantos clientes que llegan a los torneos de pesca que se organizan año con año, algunos centros turísticos apenas sobreviven, entre los que se encuentran el Big Bass, la Isla, Lago Vista, el Sargento y Villa Náutica.
Eugenio Diez Gutiérrez, representante del centro Villa Náutica, señala que ante la crisis que vive este sector en la presa Vicente Guerrero, se requiere de apoyos por parte de las autoridades para volver a reactivar estas zonas de esparcimiento que eran generadores de fuentes de empleo.
Se estima que el 40 por ciento de los negocios que existían están en quiebra y otros se encuentran en ruinas.
«Si se quiere impulsar el turismo, se requiere de todo el apoyo del gobierno estatal y federal, para rescatar los centros turísticos y volverlos a lo que fueron en antaño».
Dijo que estos centros son generadores de riqueza, porque dan empleo a la gente de los municipios cercanos, sin embargo se requiere también del apoyo de las autoridades, ya que hasta este momento están en el olvido.
Afirma que esta situación ha originado el cierre de varios centros debido a la falta de turismo, que originó que no hubiera recursos para dar mantenimiento a las instalaciones.
Esto originó el cierre de centros como Hacienda Las Palmas, Rancho Hacienda Don Quixote, Rancho El Caracol, estos dos últimos ubicados en el municipio de Jiménez, los cuales también ubicados cerca de la presa Vicente Guerrero.
Estos centros turísticos permitían dar empleo a más de 400 personas, las cuales trabajaban como guías de pesca, de caza, cocineros, choferes, mozos, entre otros, los cuales ahora se dedican a la pesca en su mayoría o a la agricultura en sus comunidades, en los municipios de Guemez y Padilla.
Urge el rescate para devolverle el esplendor
Con una afluencia anual de casi 5 mil turistas en un año, los centros turísticos de la Presa Vicente Guerrero, florecieron en los años 80 y vivieron los mejores tiempos hasta el año el 2004, año en que una crisis financiera impacto a los Estados Unidos, lo que originó que muchos clientes dejaran de acudir.
El estudio Socioeconómico y Pesquero de la Presa Vicente Guerrero, elaborado por el Patronato Lago de Guerrero, documentó la caída que sufrió el turismo en este sector, al indicar un descenso desde el año 2004 a la fecha.
Los datos estadísticos del estudio, señalan que de 1999 los centros turísticos de la Presa Vicente Guerrero, registraron la visita de 4 mil 572 turistas, quienes se instalaron en las instalaciones, sin embargo 400 más se vieron obligados a acampar debido a que ya no existía capacidad para atenderlos, dejando una derrama económica de más de 2 millones y medio de dólares.
Fue en el año 2002 cuando el turismo empezó a registrar una caída de visitantes, originando que solo llegaran en ese tiempo mil 804 pescadores, logrando posteriormente una ligera recuperación en el 2004 con 2 mil 099 turistas, sin embargo para el 2009 la cifra volvió a bajar a solo mil 500.
En el 2010 el problema de inseguridad que invadió todo Tamaulipas y esta región, provocó que los turistas dejaran de acudir a la zona de la Presa, por lo que solo se registró la visita de 800 pescadores y la situación se agravó del 2011 al 2013, años en que apenas registraron entre 500 a 700 visitantes.
A pesar del esfuerzo por parte de las autoridades de turismo de realizar torneos internacionales de pesca, durante el 2014 y 2015 apenas acudieron 600 pescadores, a pesar de que se abarataron los costos.
Buen nivel
Actualmente la presa Vicente Guerrero, mantiene un 88 por ciento de su capacidad y un almacenamiento de más de 3 mil 464 millones de metros cúbicos.
Un sitio histórico
La presa Vicente Guerrero, no sólo es una de las más grandes del país, si no que bajo sus aguas se encuentran los restos de lo que fue el pueblo de Viejo Padilla, donde fusilaron a Agustín de Iturbide en 1824.
Fue en el año de 1968 cuando el gobernador Manuel A. Ravize, daba a conocer el inicio de la construcción de la Presa.
La intención era el de construir un embalse que permitiera dotar de agua suficiente a los productores agrícolas de la región de Abasolo y Soto la Marina, así como para el consumo humano y el desarrollo de la pesca que beneficiaria a los municipios como Padilla y Guemez principalmente.
Fue el 27 de septiembre de 1971, cuando por fin la presa fue puesta en operación, la cual contaba en aquel entonces con una superficie cubierta de agua de 36 mil hectáreas y desde entonces permite el desarrollo agrícola y pesquero de municipios como Guemez, Padilla, Abasolo y Soto la Marina.
Mantuvo todo su esplendor al existir lluvias abundantes que permitieron que los caudales de los ríos Purificación, Corona, San Marcos y el Pilón, mantuvieran por arriba del 100 por ciento la capacidad del vaso lacustre.
Así fue durante los primeros 10 años de vida, donde hubo ocasiones en que se tenían que realizar desfogues de agua, por la crecida que registraron los ríos en aquella época.
Esto permitió que se realizara un detonante desarrollo en este lugar, donde a la orilla del agua fueron construidos centros turísticos que hoy se conocen como el Patronato del Lago de Guerrero.




