Aunque a primera vista pueda verse como un castillo en el aire, para el PRI recuperar el Gobierno del Estado en 2022, desde hoy ya tiene número y nombres. Más aún, tiene fecha de arranque: 2018.
Este aparente juego de palabras encierra un proyecto que pudiera ser el más ambicioso y con certeza el de mayor prioridad en estos momentos para el Revolucionario Institucional en Tamaulipas.
Trataré de explicar esta percepción
El intento de devolver el control político de la Entidad al establo tricolor radica en una cifra: 18. Es el número de ayuntamientos, de acuerdo a un grupo de militantes destacados, que necesita rescatar el PRI en 2018 para obtener los fondos y la capacidad de movilización necesarios que le permitan financiar su trabajo proselitista antes, entre y hasta la antesala de la campaña por la gubernatura, dado que su histórico proveedor principal –el Estado– no existe ahora.
No son municipios cualesquiera. La lista incluye a los que mayor presupuesto manejan y a los que son clave geográficamente para la operación partidista. Sin orden de importancia, ahí van:
Tampico, Madero, Altamira, González, Soto La Marina, Mante, Xicoténcatl, Llera, Victoria, Padilla, Tula, Río Bravo, Valle Hermoso, San Fernando, Matamoros, Reynosa, Miguel Alemán y Nuevo Laredo. Desde luego, que los consigan es otra historia.
Tal vez a muchos les parezca lejos el 2022 y por lo tanto un sueño guajiro hacer planes desde ahora, pero en realidad la historia de la que en apariencia es distante sucesión estatal se escribirá conforme a esa visión tricolor sólo en un par de años, al darse los relevos de las 43 alcaldías tamaulipecas. En otras palabras, si no consiguen esos 18 ayuntamientos o su equivalente en rango económico y ubicación estratégica, se declararán desde ese momento técnicamente muertos para el cambio sexenal.
La razón es sencilla: abandonado como ha sido hasta ahora, el PRI estatal no espera atención o si acaso muy poca, de su dirigencia nacional para volver por sus fueros. Tampoco se chupan el dedo pensando que los personajes que se han enriquecido hasta la obscenidad al amparo del tricolor abrirán sus carteras personales para avituallar al mismo. Tienen que tener dinero seguro y con las únicas cajas fuertes con las que podrían contar son las de las alcaldías amigas.
Si lo logran, tendrían la plataforma necesaria para darle piso financiero en los tres años siguientes al PRI en su aventura de reconquista; si no, que Dios o el Diablo los acoja en su seno.
En el papel parece un buen plan. Parados en la realidad, parece un sueño improbable por no decir imposible. Dependerá en gran medida su posible éxito o su fracaso de quien tome las riendas del PRI tamaulipeco, al cual todo indica que la mayoría le está escurriendo el bulto…
Planeación, divino tesoro
En la administración, sea pública o privada, cinco son los factores básicos que si bien no garantizan el éxito, sí alejan en forma importante la posibilidad del fracaso.
Y el primero de ellos es una gema que todos deberíamos pulir: la planeación.
Por eso es importante lo que está aplicando ahora la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Victoria en su agenda de trabajo, al abocarse a permear en la mente individual y colectiva de los niños y jóvenes, para hacer de ellos los aliados que necesita el recurso agua en la tarea de preservarla y cuidarla.
Para lograrlo, la Comapa está llevando a cabo pláticas con grupos de estudiantes de nivel primaria y secundaria que les brinde la información y orientación necesarias para comprender el valor del líquido. Y que lo protejan.
En otras palabras, la Comapa por fin está planeando. Y el resultado debe ser positivo…
La frase de hoy
“Pensar es difícil, por eso la mayoría prefiere juzgar…”
Carl Jung/psiquiatra suizo, pionero del sicoanálisis
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