6 diciembre, 2025

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Laberintos del poder

Las tres opciones

Laberintos del poder

Tal vez esté en un error monumental o exhiba una supina falta de información, pero en la percepción de su servidor, frente a Tamaulipas se avizora una tormenta perfecta y no veo, como asienta una vieja y certera frase popular, a nadie que se hinque.

No me refiero a un fenómeno meteorológico clásico, sino al oscuro firmamento político, social y financiero que el 2017 traerá como destino manifiesto y cuyas ominosas señales ya deberían ponernos en el país y desde luego en nuestro Estado, como decía Don Pedro Ferriz padre, a reír, a llorar o a rezar.

Ojalá sufra una equivocación y me asesten un tapabocas, pero veo lejanos los programas y mucho más las acciones para enfrentar circunstancias como las que desde ahora se pueden casi palpar.

Entre esos factores que ya están encima, está la liberación del precio de la gasolina, que empezará a regir en los estados fronterizos –Tamaulipas incluido– y después en el resto del país y que de acuerdo a los expendedores del energético registrará un alza sustancial en su precio, dadas las penosas condiciones de la infraestructura que tiene PEMEX desde décadas atrás y que la iniciativa privada deberá subsanar. Tal vez en tres años el combustible será más barato, si tenemos buena suerte.

Sume a lo anterior las deportaciones masivas que tocan a la puerta del país y en donde, otra vez, a Tamaulipas le corresponde ser una de las puertas receptoras. Si sólo se repatriara a los dos millones de paisanos que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump tiene en la mira, no menos de 200 mil y quizás más, entrarían por nuestros puentes y cruces.

Una amenaza siempre latente también en nuestra patria chica es la continuidad en la huída de capitales al extranjero, ante la violencia generalizada que no cesa en esta bendita tierra y la aparente incapacidad oficial para reducirla, por más esfuerzos que se hagan.

Y lo peor: Tanto el gobierno federal como el estatal, así como los ayuntamientos, ya adelantaron que el año entrante será un lapso tal vez no de miseria, pero por lo menos sí de austeridad lindante en la pobreza. Si el consejo para los tamaulipecos es apretarse más el cinturón ante la sucursal del infierno que se pinta para el 2017, la respuesta debería ser la que acostumbraba soltar el desaparecido líder de la CTM, Fidel Velázquez, quien decía –y con razón– que los trabajadores ya ni cinturón tenían.

¿Dónde están los preparativos en estas latitudes para enfrentar esa especie de tsunami?
Insisto, no veo decisiones concretas en ese sentido. Veo, eso sí, largas parrafadas discursivas desde el gobierno nacional que no aclaran ni una pizca el panorama. Insisten en calificar como manejable esta situación y día tras día ésta empeora. Quizás si aceptan que no tienen la menor idea sobre qué hacer, tal vez la suerte nos ayudara más, porque hasta ahora las acciones oficiales son un catálogo de castillos en el aire y cero construcciones en la tierra.

¿Está preparado Tamaulipas para un escenario de esa naturaleza?
Disculpen quienes tienen esa encomienda, pero como decía Carlos Salinas de Gortari, ni los veo ni los oigo. Parecen encerrados en una esfera donde no llegan las malas noticias ni los panoramas inciertos y si bien no desparraman optimismo como el gobierno federal, ni siquiera parecen ser capaces de opinar sobre el presente y mucho menos sobre el futuro cercano.

En este marco, le recomiendo a los tamaulipecos, incluido su servidor, que vayan eligiendo la opción que les llene más el ojo para enfrentar este laberinto sin solución a la vista:

Escoja: reír, llorar… o rezar.

La frase de hoy
“Sólo imagina lo precioso que puede ser arriesgarse y que todo salga bien…”
Mario Benedetti/Escritor y poeta uruguayo

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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