Como lo hicieron en la sucesión presidencial del 2006, que tan buenos resultados les dio, los panistas del país encabezados ahora por Ricardo Anaya Cortés, han vuelto a la carga para quitar adeptos a Andrés Manuel López Obrador e impedir la llegada de AMLO a la presidencia en el 2018.
Los nuevos promocionales o spots que Acción Nacional difunde a través de los medios de comunicación reiteran, como hace 13 años, que el fundador y dirigente nacional de MORENA sigue siendo un peligro para México.
Aunque esta vez hay una diferencia.
Cuando en la primera ocasión se advertía a los votantes del peligro que representaba el Peje para el país, se decía que si el tabasqueño llegaba a la presidencia habría violencia, desempleo y crisis económica, fenómenos que, irónicamente, ocurrieron en el sexenio del segundo militante del partido blanquiazul y en los cuatro años y cacho que tiene al frente de la República el priista Enrique Peña Nieto.
Lo que se le ha olvidado decir a Anaya y a los servidores públicos de Acción Nacional que ahora protestan contra los gasolinazos, es que durante la administración de Felipe Calderón la gasolina aumento en un setenta por ciento, la única desemejanza con la medida aplicada por el actual jefe de la nación es que, en tanto que su antecesor impuso el alza a los combustibles en forma gradual para que no se sintiera, EPN lo hizo de un solo golpe.
Ante lo rentable que políticamente se han vuelto las protestas contra los aumentos de los energéticos, gasolina, gas y electricidad, ahora todos los partidos políticos tratan de sacarle provecho al problema. Hasta el Partido del Trabajo, que encabeza en Tamaulipas Alejandro Ceniceros Martínez, a pesar de todo mundo sabe que en las contiendas electorales los petistas se convierten en aliados subrepticios del Revolucionario Institucional.
Hay que señalar, sin embargo, que la experiencia demuestra que cuando se golpea sistemáticamente a un político produce el efecto contrario o como decía el filósofo alemán Friederich Nietzche, golpe que no mata fortalece. El nativo de Macuspana lo ha comprobado científicamente y por eso más que las críticas, el golpeteo y la guerra sucia de que es objeto por parte de sus adversarios, lo que le preocupa al tabasqueño es la compra de sufragio de la jornadas electorales.
Esa es una de las razones por las que las principales tareas y esfuerzos que lleva a cabo en los recorridos por el país están enfocados a finiquitar y fortalecer la estructura electoral del partido que dirige con simpatizantes preparados y leales a la lucha que abandera, que no se venden por una despensa o prebenda, que saben defender el sufragio e impedirían los acostumbrados chanchuyos y prácticas políticas fraudulentas que las reformas legales no han podido erradicar.
Ni podrán, como dijo Don Tiofilito. Mientras haya ignorancia y pobreza, la compra directa e indirecta del voto seguirán vigentes.
Cambiando de tema las autoridades electorales de Tamaulipas esperan que algunos de los candidatos independientes que participaron los comicios de alcaldes del 2016 podrían volver a probar suerte en los del 2018. El motivo, que ya conocen mejor la forma de superar las trabas y cumplir los complicados requisitos que exige la ley y en los casos de los municipios de Victoria y Reynosa, porque obtuvieron las votaciones más elevadas de la entidad.
Aunque las experiencias de la nueva figura electoral no han sido buenas en Tamaulipas. Como es del dominio público, Francisco Chavira Martínez declino a favor de Cabeza de Vaca y en Tampico el empresario Manuel De León González abrió una instancia para apoyar a candidatos independientes pero termino siendo uno de ellos, lamentablemente el autollamado “Bronco Jaibo” pasó inadvertido.
Algo parecido le sucedió al ex dirigente de la sección uno del STPRM de ciudad Madero, Jesús Olvera Méndez. El año pasado se apuntó como abanderado sin partido sólo para jugarles las contras al candidato del gremio de Pemex, Humberto Oliva Barreda, pero no hizo campaña, mientras que en Altamira el aspirante ciudadano, Sebastián Domínguez, convirtió sus pretensiones en un circo.
Primero se encadenó y luego hasta se crucificó para protestar porque, debido a que no reunió las requeridas firmas de apoyo, el IETAM le negó la constancia de participación que lo dejaron fuera de la contienda.
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