Hay un dicho muy mexicano que dice: “Se juntaron la necesidad y el hambre”, eso fue precisamente lo que pasó esta semana en Correcaminos.
El equipo de Ciudad Victoria desde hace tiempo viene careciendo de un hombre gol, un delantero que esté en el momento indicado para chocar el balón y la mande a guardar, tanto que según estadísticas de páginas especializadas en análisis de fútbol, en el torneo pasado, la UAT fue el equipo que más generó fútbol ofensivo por el costado izquierdo.
A eso le agregamos todos los partidos donde eran dueños de la pelota y llegaban por el centro o los costados, dominaban pero sin llegar a tener un jugador que estuviera ahí en el área para hacer el trabajo final, el gol.
La necesidad que tenía Correcaminos de ese nueve era mucha, en las filas del primer equipo hay delanteros de alta calidad, pero de condiciones diferentes a las de un hombre de área, la tarea principal era adquirir un elemento que les diera eso.
Esa necesidad se juntó con el hambre de un delantero de reconocida trayectoria, Vicente Matías Vuoso, atacante argentino que literal, la rompió hace años con Santos, tuvo momentos lúcidos con Atlas, militó en Cruz Azul donde fue borrado por Tomás Boy y hasta lució en diferentes encuentros de la Selección Mexicana.
Al manejar la palabra “hambre” no trato de exponer un tema de falta de dinero o alimenticio, está claro que con la trayectoria que tuvo Vuoso eso no viene al caso. Se trata de hambre de jugar, de volver a las canchas y ahora el jugador de 35 años (¡Que ya no es ningún jovencito!, incluso es más grande que Fernando Cavenaghi), ya pertenece a las filas de la Universidad.
Sin duda la llegada del Toro vendría a darle solución a la falta de gol si es que se enciende y demuestra lo que hizo en sus mejores momentos, pero ahora en la Liga de Ascenso. También, Vicente Matías, llega a llenar un vacío que tenía el equipo, la falta de un jugador de renombre que generara en los aficionados de Ciudad Victoria la intención de volver a acudir al Marte R. Gómez.
De sus primeras declaraciones como nuevo jugador del Azul-Naranja, me quedaron grabadas varias cosas, una donde declaraba lo que comentábamos, que no viene por una cuestión económica, más que nada es para volver al fútbol y darse cuenta si aún tiene la chispa de levantarse temprano y con gusto a los entrenamientos y saber si compite a un buen nivel para seguir en el fútbol profesional.
Cuando le preguntaron sobre la condición física con la que llega fue muy honesto y señaló que “Tengo mucho que no juego”, se mantenía entrenando en la Tercera División de Tecos junto a su ex compañero en Santos, Rodrigo “El Pony” Ruiz, entrenador de esa categoría.
Aparte, no quiso generar falsas esperanzas, pues dijo que no se podía comprometer a hacer muchos goles, su único compromiso iba a ser el trabajo y esfuerzo que pondrá durante los cuatro meses que le quedan de contrato en “El Corre”.
Vuoso llega a complementar un equipo que hasta el momento se ha visto bien en las primeras jornadas del torneo, mantienen el orden que ya se tenía desde el torneo anterior, son ahora más dinámicos en tres cuartos de cancha y gracias al desorden que tiene el equipo de Venados que dirige el “Chelís”, jugadores como Gael Acosta, Nicolás Saucedo y Armando Pulido, pudieron volver a sentir esa adrenalina hermosa que es marcar un gol, algo que se vuelve vicio y que
estoy seguro después de ese partido en Yucatán tomaron la confianza para atreverse e intentarlo con más seguridad.
El partido de esta noche es sumamente complicado, pero Correcaminos no se puede dar el lujo de dejar ir la oportunidad de enseñarle a la afición (Que seguramente abarrotará el Estadio) de lo que son capaces para que los sigan acompañando, este partido puede ser el parteaguas para jugar con gente en las tribunas el resto del torneo.
@daniriosmm




