Este jueves 26 de enero los priistas de Tamaulipas aprovecharán, eso es lo que se piensa al menos, el acto de toma de protesta de los nuevos dirigentes estatales del INCOPSE, Honoria Mar Vargas y Ricardo Garza Narváez, para empezar a reagrupar a las desbalagadas huestes del ex invencible con vista al cada vez más cercana sucesión política del 2018.
Los jerarcas electos del Instituto de Contadores Públicos al Servicio del Estado, otra de las vertientes del sector popular del PRI, serán ungidos durante una ceremonia programada para las 4 de la tarde en el salón de la sección 33 del sindicato petrolero de Tampico, a la que han ido invitados los integrantes de clase política tricolor, encabezada formalmente por la dirigente interina del partido político, Aída Zulema Flores Peña.
No se sabe si asistirán al evento, pero oficialmente han sido convocados, además de la presidente del Comité Directivo estatal, los ex alcaldes de Tampico, Madero y Altamira, dirigentes y ex dirigentes priistas del área metropolitana, así como otras figuras de renombre como la diputada federal Paloma Guillén Vicente, Álvaro Garza Cantú, Roberto González Barba, Fernando Azcárraga López y Sergio Villarreal Bricston, entre otros.
Sin olvidar, por supuesto, al jerarca nacional de la agrupación de contadores priistas, C. P. Ricardo Augusto Trejo Hernández.
La idea es darle el máximo realce al acontecimiento y tratar de demostrar, de entrada a los propios priistas, que el PRI no está muerto, quizá sólo un poco asustado y sorprendido por la debacle electoral del 2016 de la que aún no se ha podido recuperar, y que, contra lo que piensan sus adversarios y no pocos analistas, están dispuestos a pelear las posiciones y cargos que estarán en juego en el proceso electoral del año que viene.
Una misión titánica, imposible para muchos, que se ha encargado a profesionistas que no eran tomados en cuenta o únicamente a medias cuando el PRI era gobierno y tenía poder y mucho dinero, a los que ahora se recurre precisamente porque ya no hay que repartir, porque si lo hubiera, seguramente la tarea se asignaría a los allegados, amigos y recomendados del gobernador.
Como todo esto se acabó, envían a Honoria y a Ricardo a la guerra, pero con pistolas y rifles con balas de salva.
Es oportuno recordar, ya que hablamos del Incopse, que tras la derrota que sufrió el PRI ante el panista Vicente Fox Quesada en la contienda presidencial del año 2 mil, los miembros del organismo de profesionistas, entonces presidido por el diputado Héctor Luna De la Vega, plantearon la necesidad de eliminar al Revolucionario Institucional y crear una nueva organización que sería dirigida por un prestigiado político de sólida calidad
moral.
El nuevo partido político sería horizontal no piramidal al que se impondría un nuevo nombre y se cambiarían también los colores, logotipo,
documentos básicos, métodos de negociación y de financiamiento interno, que quedó en una intentona, a pesar de las simpatías que despertó la propuesta entre los militantes, como lo mostró la asistencia a la reunión del grupo de trabajo de varios priistas destacados, como los ex dirigentes nacionales, Pedro Ojeda Paullada, Humberto Roque Villanueva y Gustavo Carvajal Moreno.
No sorprendería a nadie, como está de complicadas las cosas para el partido que aún gobierna el país, que el proyecto se reactivara de nueva cuenta y que tuviera un mejor desenlace que el formulado hace 17 años.
La noticia que, por otra parte, le dio un poco de oxígeno al PRI fue el fracaso de la alianza del PAN-PRD para diputar la gubernatura del Estado de México que, de haberse concretado, habría creado un escenario más complicado aún para la causa priista que no ha dejado de ser adverso y sumamente difícil.
La emigración de priistas al Movimiento Regeneración Nacional, MORENA, como la del ex Secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma Barragán, sigue siendo muy elevada, lo que mantiene latente el elevado riesgo de votos de castigo que tendría quien resulte abanderado del PRI al cargo de Eruviel Dávila Villegas.
Los dirigentes de Acción Nacional, en cambio, confían en que la pérdida de simpatizantes que afecta al ex partido oficial a causa de los gasolinazos le daría al partido albiceleste una ventaja suficiente para lograr sólo la gubernatura.
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