CIUDAD DE MÉXICO.- Ayer, después de dos meses de lucha por parte de asociaciones en defienden a los animales, Max emprendió su viaje a la costa californiana para su rehabilitación.
La abogada María del Rosario Gómez alega que en las estipulaciones de la ley, encontró que los perros “potencialmente peligrosos” deben contar con un estudio y peritaje para poder calificarlos de esta manera.
Pese a que el can hirió de muerte al pequeño Iker, un niño de tres años de edad, se logró comprobar que la mascota no tenía indicios de ser agresiva, pero sí pudieron percatarse de que el perro no estaba socializado ni domesticado.
Se estima que Max llegue hoy por la mañana a la ciudad de Los Ángeles para más tarde ser trasladado a la costa de Malibú, en California donde finalmente será atendido durante un par de meses por especialistas de la fundación del actor latino Raúl Juliá Levy, quien tiene la intención de documentar “de pies a cabeza” el caso del perro que se salvó de ser sacrificado luego de causar la muerte de un pequeño.
Con información de Vanguardia.