28 marzo, 2025

28 marzo, 2025

Cuadrante político

Slim y la ceguera de la Plutocracia

Cuadrante Político

Obviamente, Pluto no es precisamente el perro de Disney. En la mitología griega, según Aristófanes, Pluto es el Dios de la riqueza, y se le presenta como un hombre ciego y harapiento que entraba a cada hogar, sin saber quienes eran sus moradores. De esa manera igual había ricos buenos que ricos malvados.

Pero cierto día, un agricultor llamado Crémilo se enfrenta al dilema de formar a su hijo en la cultura de las tranzas o de la honestidad. Se encuentra con Pluto y lo lleva a una cueva, para que le devuelvan la vista, con la intención de que, haga a su hijo rico, y al mismo tiempo de buenos sentimientos.

En México, la gran burguesía mexicana, es tacaña y perversa por naturaleza, y  nunca se ha preocupado por devolverle la vista a Pluto. Su fama de agarrados, es opuesta a la filantropía de magnates gringos como Warren Buffett, Bill Gates, o Zuckerberg, entre otros.

Por cierto, ayer, la empresa de Slim dejó a más de siete ciudades del país sin servicio telefónico. Entre ellas a ciudad Victoria. Por espacio de hora y media, la capital retrocedió a la prehistoria de las telecomunicaciones. La gente andaba como desesperada. Sin internet, sin celular, Imagínese. ¿Será parte de la campaña  por la Presidencia de la república? La verdad es que por ese camino, no creemos que obtenga muchos votos.

En nuestro país, las diez familias más acaudaladas, o al menos la más  encumbrada de ellas, ha acumulado riquezas, gracias, primero a los abusos, y después a los privilegios y a la coyuntura de los favores sexenales.

Los patriarcas del clan Slim llegaron a México, y se radicaron en la ciudad de Tampico, a finales del siglo XVIII y principios del XIX. José Slim llegó a los 17 años  y se trajo de Líbano a sus hermanos Pedro, Elías y Carlos. Por su parte, Julián, el menor (padre del magnate telefónico), arribó en 1902.

Después, algunos de ellos, emigraron a la ciudad de México y se dedicaron a  hacer negocios de mercería y de bienes raíces, durante el Porfiriato. En enero de 1909, a unos meses de que estallara la revolución, los hermanos Slim fueron demandados por unos comerciantes venecianos, que los acusaban de no haberles pagado una gran cantidad de mercancía ya recibida.

Lo anterior se narra, en el libro biográfico sobre Carlos Slim, escrito por Diego Enrique Osorno. Por cierto, en los tiempos revolucionarios, los libaneses aprovecharon que no simpatizaban, ni por uno ni por otro bando, para venderles  ropa a los dos ejércitos.

Actualmente, Slim coquetea con la idea de ser candidato, ¿independiente?, a la presidencia, en el 2018. De acuerdo a sus biógrafos, Slim fue un entusiasta defensor del PRI, desde 1980. Pero fue en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, donde fue nombrado como uno de los más poderosos vocales de la llamada Comisión de Financiamiento, en la campaña de Salinas.

La esposa de Slim, (ya fallecida), Soumaya Domit, figuró junto con la primera dama Cecilia Occelli, en una asociación civil, encargada de socorrer a la población damnificada, durante el huracán “Gilberto”. En la sucesión de Salinas, se sabe que, Slim donó al menos 25 millones de dólares, para la campaña del candidato, que a la postre, (ante el crimen de Colosio) resultó Ernesto Zedillo.

En 2014, el ex Presidente Carlos Salinas, a quien se le adjudica todavía, haber favorecido a Slim, con la venta de Telmex, declaró a los medios, que Telmex se maneja como una empresa ineficiente y abusiva. El magnate, responde en el libro biográfico, que las declaraciones del ex presidente, “son una bola de mentiras”. “Existe la percepción de que el gobierno le regaló a usted un monopolio”, le dicen a Slim, y el empresario libanés, contesta que, eso es falso, que al que beneficiaron fue a su competidor, el banquero Roberto Hernández.

En México, el fantasma del amiguismo, los privilegios y la falta de regulaciones,  existentes en la época de Salinas, permiten identificar esos años con los tiempos rusos de la Pereztroika, donde más que las leyes del mercado, operaron circunstancias derivadas del pragmatismo y la ambición, especialmente, el tráfico de influencias. No es el caso de Buffett o de Bill Gates en USA.

En la actualidad, Slim no le hace el feo a la Presidencia de la república, para el 2018. Se confiesa amigo de Donald Trump. En junio del 2015, Slim comentó lo siguiente: “Donald Trump opina que los mexicanos no tenemos ingenio, pero él  trabaja para mi”.

En la actualidad, si a usted estimado lector, le sirve esto de consuelo, le diremos que, hasta el año pasado, cinco ricachones mexicanos, tenían más lana que Trump: el primero: Carlos Slim, Ricardo Salinas, (Tv Azteca y Electra), Germán Larrea, (magnate metalúrgico), Eva Gonda Rivera, (viuda de Eugenio Garza Lagüera, María Asunción Aramburuzavala, (heredera de la cervecería Modelo).

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