Desde hace unos días circula en la red una foto en la que aparece la ex gobernadora de Yucatán Ivonne Ortega acompañada del prófugo de Veracruz Javier Duarte y de fondo un crucero, a la gráfica se le agregó la leyenda: son novios.
Así es mis queridos boes, es, según la también diputada federal con licencia parte de una guerra sucia en su contra orquestada por quienes se oponen a sus aspiraciones a la candidatura del PRI a la presidencia de la República, guerra para la que adelanta habría mucho más parque, porque hay más fotografías que podrían ser exhibidas para atacarla.
El dato curioso es que la guerra sucia es entre puros priistas, porque aunque usted no lo crea se están peleando la nominación para la candidatura del 2018.
Pero es mucho más curioso que las fotografías a las que hace alusión Ortega, son con los ex gobernadores que hasta hace unos años eran las estrellas en ascenso del priismo nacional, héroes sin capa, galanes y caciques a los que pocos o nadie se atrevía a cuestionarlos.
Sin querer y sin decir, Ivonne Ortega dibuja el nuevo rostro visible del PRI, el partido de personajes que dan vergüenza, que deben esconderse, que salpican su mala reputación a quienes se les acercan aunque sea en fotos.
«No sólo está la foto con (Javier) Duarte, hay foto con otras gentes y voy a evitarles el trabajo a estas personas que están emprendiendo esta campaña sucia, esta campaña negra en mi contra, obviamente eso cuesta mucho dinero, voy a subir a mi portal todas esas fotos que tengo», dijo por la mañana en rueda de prensa en Tampico.
Más tarde en tras reunirse con empresarios a los que presentó sus aspiraciones por la presidencia, la yucateca comió con directivos de los medios de comunicación locales ante los que abundó entre risas las fotos que pueden usarse en la guerra sucia contra ella por los personajes con los que aparece.
Y si, son esos ex gobernadores a los que hoy casi todo niegan, pero que cuanto tenían todo el poder podrían incluso haber cobrado por fotos y abrazos.
Me he tomado, reconoció, fotografías con Eugenio Hernández, Egidio Torre, Roberto Borge, Juan Sabines, Humberto Moreira y muchos otros.
Dijo que mejor las va a subir a la red para evitar que sus malquerientes las usen como guerra sucia.
Es decir, Ivonne Ortega reconoce la fama con la que han salido los hoy ex gobernadores y que sus fotos pueden ser usadas para atacarla.
Son esos mismos rostros de los que al inicio de su administración presumía Enrique Peña Nieto y a los que presentaba como el nuevo PRI; hoy de todos no hay uno al que la dirigencia nacional tricolor pudiese presumir.
Ivonne Ortega no lo reconoce, pero seguro en ‘sus piensos’ ha de estar planeando publicar de una vez la foto con el presidente Peña Nieto, que igual que los gobernadores que antes presumía se ha vuelto un impresentable, un lastre para cualquiera que aspire a sucederlo en Los Pinos.
Hay que decirlo Ivonne es una mujer del sur, pero tan franca y de hablar folklórico (porque lo hace a madres) como la gente del norte y por eso reconoce que el PRI la tiene cuesta arriba para retener el poder en el 2018.
Cuestiona el gasolinazo, las políticas social y educativa, la corrupción que campea por todos los rincones del sistema gubernamental y hasta la aplicación de la justicia.
¿A qué le tira en el PRI?, comentaba un servidor con un colega al terminar en encuentro: ‘se mueve para asegurar chamba, porque no tiene ninguna posibilidad ni de ser candidata y menos presidenta de la República», contestó.
¡A que Bocho!
Ambrosio Ramírez Picasso se convirtió hace días en el nuevo dirigente municipal del PRI en Victoria y comenzó su gestión con su declaración ‘tronadora’, ‘escandalosa’, ‘heroica’, válgame el sarcasmo.
Resulta que el joven se pronunció en contra del gasolinazo, quesque solidarizándose con la población, pidiendo que no se le afecte más con el aumento a los combustibles.
“La gente de Victoria merece que hagamos esta exigencia al gobierno federal, nuestro presidente nacional Ochoa Reza merece que respaldemos su posicionamiento y confiamos en que el gobierno federal logre una solución para frenar estas alzas”, dijo.
El chiste se cuenta solo, porque el que aumenta los precios de la gasolina es el gobierno priista, su presidente, por eso Bocho protesta pero quedito y bien portado.
Y es que en Victoria han habido una veintena de marchas de protesta contra el gasolinazo y no hemos visto en ninguna de ellas a Ramírez Picasso o a los diputados locales o federales del PRI.
Si hay que decirlo, Bocho se convierte en dirigente del PRI municipal sin el apoyo visible de algún padrino, ni siquiera de su ex jefe Homero de la Garza. La llegada del chavo es meritoria porque no es sobrino de un poderoso, hijo de un potentado político o mucho menos.
Eso sí, llega al PRI Victoria cuando creo que pocos habrían querido tomarlo para recoger sus despojos.
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