CIUDAD DE MÉXICO.- Wang Enlin es un agricultor chino de 60 años que juró vengarse de Qihua Group, compañía estatal química que en 2001 contaminó parte de sus tierras, en Yushutun, a las afueras de Qiqihar, debido a los desechos tóxicos.
Por ello, estudió Derecho durante 16 años para demandar a los responsables. Hoy, Wang ha ganado la primera instancia. El hombre se ha vuelto una especie de héroe para la comunidad, pues las aguas residuales también inundaron parte de las tierras de cultivo en el pueblo.
Desde entonces esas tierras no han podido utilizarse, lo que por supuesto afecta a la población, que depende de la agricultura. Y, pese a que el hombre escribió una carta al gobierno para quejarse de Qihua Group, le respondieron que debía reunir las pruebas necesarias.
Harto, se dedicó a leer libros de leyes y durante 16 años se la pasó entre su casa y una librería local, donde el dueño le dejaba copiar los textos a mano, pues no tenía dinero para comprarlos. Cuando estuvo lo suficientemente preparado, les comentó a sus vecinos que reuniría pruebas.
La noticia llegó a un bufete de abogados chino especializados en temas de contaminación, que comenzó a proporcionarle una mayor asesoría. Tras presentar la primer instancia, el juez dictaminó que las familias de la aldea de Yushutun recibirán una compensación económica de 820 mil yuanes (casi 80 mil euros).