La orden de Donald Trump de regresar a México alrededor de tres millones de mexicanos coloca al gobierno de Enrique Peña Nieto como al de algunos gobernadores y presidentes municipales del país en un gran aprieto, pues en primer lugar sus connacionales dejarán de percibir una millonaria cantidad de dólares que recibían por mes, lo que vendrá a ser un duro golpe para la economía nacional, pero también habrá que enfrentar una tremenda tasa laboral que se verá incrementada con la llegada de miles y miles de paisanos que regresan al país prácticamente con las manos vacías y sin un trabajo fijo pero eso sí, llenos de familia y de ilusiones.
Lo que me recuerda cierto comentario formulado en esta tribuna allá por el mes de diciembre próximo pasado cuando abordamos por vez primera el éxodo de mexicanos hacia el vecino país del norte, pues al abandonar sus parcelas ejidales por ir en busca del sueño americano hicieron improductivo el campo.
Hoy regresan y después de varios años de ausencia se encontrarán con una parcela enmontada o rentada, una vivienda semi destruida, sin ganado, sin agua y sin saber por dónde principiar, una familia desintegrada y con hijos que poco o nada les interesa la escuela, en fin, lo peor, sin dónde poder trabajar.
Pues bien, estas razones y otras más que se quedaron en las teclas de mi computadora son las que me llevaron primero a conocer la autorizada opinión del alcalde Héctor de la Torre Valenzuela y posteriormente la del dirigente estatal cenecista Florentino Sáenz Cobos, pero no tuvimos suerte ya que ambos personajes andaban buscando soluciones al problema migratorio que en breve habrán de enfrentar y sólo para que se den un “quemón” sobre las dimensiones del mismo en el municipio de mi nacencia son poco más de mil paisanos que estarán regresando a Llera, por lo tanto la pregunta obligada sería ¿qué se piensa hacer con ellos?
He ahí el detalle, diría el gran Cantinflas.
Pero las dificultades para los mexicanos no terminan con estas órdenes de Truman sino que también afecta a los radicados en la frontera con Estados Unidos pues nos dicen que están teniendo problemas para cruzar el puente, principalmente por Matamoros, razón por la cual los mexicanos de este lado decidieron hacerle el feo al comercio de Texas por lo que los empresarios de “aquel lado” se encabronaron con su presidente porque dicha orden está quebrando varias tiendas al grado que ya cerraron un buen número de éstas, pues actualmente Brownsville está convertida en una ciudad fantasma en tanto que los puentes internacionales lucen vacíos al bajar el tráfico del parque vehicular.
Ayer saludamos al profesor Juan Linares Reyes, director del COBAT Llera, Plantel 12, a quien le agradecemos la corrección que nos hizo respecto a sus declaraciones para esta tribuna donde nos hizo saber que gracias a sus buenos oficios había logrado conseguirles a sus 170 alumnos un paquete de libros para cada uno, lo que viene a representar un ahorro económico para sus padres.
Nuestro error fue haber confundido becas por libros por lo que de inmediato le pedimos mil disculpas y ahí quedó todo.
A propósito de Linares Reyes ayer por la mañana lo vimos llegar a la Escuela Secundaria “Genaro G. Ruiz” de la cabecera municipal y el propósito de su visita fue la de invitar a los alumnos del tercer año que concluyen sus estudios en el mes de julio para que se inscriban en el Colegio de Bachilleres donde tienen un sistema de enseñanza avanzada por lo que gracias a su labor de promoción escolar serán un buen número de estudiantes que irán a cursar sus estudios del nivel medio superior a esa institución. Enhorabuena.
Ah caray algo está pasando en la Asociación de Maestros y Maestras Jubilados y Pensionados del ISSSTE de Llera pues ya son varios socios que han decidido dejar la organización y es una lástima ya que fue una sociedad de profesionistas de la educación que nació con muy buenos augurios y que se había caracterizado por su notoria unidad compañerismo. En fin algo no anda muy bien en esa asociación.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.
