CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Hace 32 años la necesidad obligó Andrés Torres a ingresar al transporte público, oficio que lo llevó a tener altas y bajas, pero que con trabajo y sacrificios logró no solo el sustento de su familia: también convertirse de chofer a concesionario.
Andrés con dos unidades a su mando, es parte de los operadores y propietarios de concesiones de transporte público, quienes viven, sufren y sienten las adversidades que el oficio del transporte público cobra a pasaje, choferes y propietarios.
“Me siento orgulloso de haber sido chofer, y ahorita estoy al frente de las unidades, de tratar de arreglarlas para que no fallen, mis hijos trabajaban con mi unidad y yo trabajaba como chofer con otros concesionarios”, mencionó uno de los personajes en la ruta Ruta 17 de esta ciudad.
Cada día 987 choferes conducen los camiones de transporte urbano en Ciudad Victoria y recorren las calles y avenidas de la capital para llevar, traer y volver a llevar personas.
Este oficio como muchos otros en esta ciudad sufren de una mal prestigio.
Para don Andrés, quien hoy luego de más de 15 años de recorrer las rutas, se estrenó como concesionario de dos unidades, y comenta que la experiencia le dejó, fue el ser amable, ser cortés y respetar a los usuarios.
“Yo siempre anduve trabajando con buen carácter para los pasajeros, la gente que me conoce de hace 32 años, creo que nunca cometo errores con el pasaje, yo siempre tuve buena atención con el pasaje”, comenta Andrés Torres.
El constante flujo de las unidades de transporte por calles tan desgastadas como las de Victoria, provoca que las averías mecánicas sean una constante entre los propietarios, lo que cultivó una habilidad que marca récords en montaje de motores y transmisiones.
“Aquí tenemos que arreglar las unidades rápido, por que cada día que pasa son pérdidas, pues no estamos para perder con la situación”, expresó Andrés Torres, quien agregó que el cambio de un motor completo lo llegan a realizar en seis horas.
Aún cuando existen quejas por parte de usuarios por el estado de las unidades o por el alto costo del pasaje, Andrés Torres pide compresión, ya que el precio del combustible aumentó y el estado de las calles en la ciudad desgasta los camiones constantemente.
“Nosotros tratamos de tener en las mejores condiciones las unidades, pero por ejemplo, tenemos que cambiar de motor al menos cada 6 meses, casi siempre tenemos que hacer una reparación dos o tres veces por semana, suspensión, o llantas por las calles como están”, indicó Andrés.
Es así como uno de los oficios que mayor servicio brindan a la comunidad, es descrito por un concesionario, por lo que piden a la población compresión por el desgaste físico y mental de unidades y choferes.