TAMPICO, Tamaulipas.- Una adolescente de 16 años fue arrollada por el tren este miércoles frente a Astilleros de Marina en la colonia Morelos de Tampico, la menor escuchaba música de su celular con los auriculares y no escuchó el tren. Horas después de llegar al hospital Carlos Canseco falleció. Su hermana de 15, que la acompañaba, resultó ilesa al ser empujada fuera de la vía por algunos testigos y en medio de una crisis observó a su hermana literalmente partida en dos.
Las dos —trabajadoras de una fonda de la colonia Morelos— se disponían a realizar entrega de comida en la puerta de acceso del recinto federal cuando el tren foráneo 4516 de la compañía Kansas City arrolló a la mayor y le amputó las piernas. La mayor identificada como Ana Guadalupe R. fue trasladada de emergencia por una ambulancia de la Secretaría de Marina hacia el hospital Carlos Canseco de Tampico y las dos extremidades fueron recogidas ante la posibilidad de poder salvarlas.
La menor de nombre Blanca Lizeth R. fue empujada por alguien que observó de cerca la escena y se percató de que las adolescentes estaban distraídas por los auriculares.
Ella fue atendida por socorristas de la Cruz Roja en medio de una crisis nerviosa y trasladada a un hospital de la zona.
En el lugar quedaron una chancla y un tenis y las bolsas con comida —una a nombre de Adán— que no llegaron a su destino.
Algunas vecinas alcanzaron a reconocer a las menores y en medio de la histeria intentaban ayudarlas en vano.
Elementos de la Policía Estatal Acreditable acudieron al sitio del percance para tomar conocimiento de lo ocurrido. Al ser tramo federal no interviene alguna instancia de Tránsito.
El operador del tren fue identificado como Germán Izaguirre Balleza, señaló ante elementos de la Policía Estatal Acreditable que intentó detener la pesada máquina desde unos doscientos metros antes.
En repetidas ocasiones activó la alarma pero las jovencitas no la escucharon. Las hermanas apenas se habían caminado una cuadra del sitio de trabajo en el que las dos estaban laborando desde hace unos meses para ayudar a su madre de nombre Ana, pero llegó un momento en el que se concentraron más en la música que ensordeció sus oídos y por poco termina con su vida.
Apenas a dos minutos de ocurrido el sangriento accidente, una ambulancia que se ubicaba en los patios de Astilleros de Marina auxilió a la menor amputada; su hermana en un grito pedía auxilio.
Los vecinos que viven a un lado de la vía, espantados y acostumbrados a refugiarse en sus casas ante el sonido de la pesada máquina alcanzaron a escuchar los gritos de auxilio de una y de dolor de la otra.
Ya era tarde y el accidente había ocurrido, en el lugar se presentaron varias personas con crisis nerviosas que reconocieron a las menores como unas niñas serviciales y hacendosas. Sobre un riel quedaron restos de piel, tejido graso y huesos, reflejo de la tragedia.
Horas después de haber ingresado al nosocomio, la menor falleció. Desde que ingresó al hospital, estaban solicitando donación de sangre para la jovencita, sin embargo de pronto avisaron que ya no era necesario pues ya había fallecido.