No parece ser muy afortunada la semana para el titular del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Horacio Ortiz Renán, en lo que se refiere a sus pronunciamientos y declaraciones.
Apenas en el arranque de la misma hizo pública la adhesión del Poder que él encabeza, al programa de austeridad que previamente había anunciado el gobernador Francisco García en la administración bajo su cargo. Compartió el Magistrado Presidente en ese día el escenario, en el mismo tenor, con su par, el Poder Legislativo, cuyo líder también se comprometió a bajar el gasto, en apoyo del Ejecutivo.
Y tres días después, el escenario cambió.
Ayer el jurista declaró ante medios de comunicación que al área bajo su responsabilidad le urge una ampliación del presupuesto, ante la desaparición
de las Juntas de Conciliación y la creación de tribunales laborales para suplirlas. “No tenemos capacidad”, dijo, en obvia referencia al entorno económico.
¿Entonces?
No tengo la menor duda de que al prestigiado abogado le asiste la razón en lo relativo a la necesidad de más fondos para agilizar la impartición de justicia y responder a una mayor carga de trabajo, pero lamentablemente se hace evidente que en el afán de alinearse con la astringencia financiera del Ejecutivo, no sopesó la realidad que vive ese Poder, históricamente castigado en las asignaciones presupuestales.
A ver si el líder camaral en el Congreso no aprovecha la coyuntura para, como dice la voz popular, “dejar los rayones”…
Diputado… y juez
Y hablando de jueces, un diputado local parece haber confundido sus funciones con las de los primeros.
Este jueves, el Vocal de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior del Estado, Humberto Rangel Vallejo, emergido de las filas del Partido Verde Ecologista, hinchó el pecho y rebosante de un espíritu justiciero declaró que dos o tres alcaldes están en la mira por las irregularidades detectadas en las cuentas públicas del 2015. Un priista, de Tula; y dos panistas, de Aldama y de Miguel Alemán, que en la superficie le dan un tono plural y sin excepciones al celoso cuidado del dinero público.
Pero, como al Chavo del Ocho, al diputado Humberto Rangel, “se le chispoteó” aplicar desde ya una condena al tulteco, antes del juicio al cual en teoría debería tener derecho el ex edil y en forma virtual le puso las esposas, al señalar que de los tres citados el del altiplano es el que podría ser encarcelado.
Para quien conoce una pizca del manejo político en esas lides, el legislador “ventaneó” desde ayer quién será uno de los chivos expiatorios de los desmanes en lares municipales. Y fue más allá, porque al querer arrogar todo el poder al Congreso, soltó una frase que no tenía necesidad de exponer, al apuntar que ya no hay gobernadores que den línea para proteger o castigar a quienes hacen mal uso del erario. En otras palabras, de acuerdo a don Humberto, no habrá más de esas llamadas “de orientación” en la madrugada que les quitaban el sueño a los diputados.
Ojalá no se le ocurra a nadie llamarle al hablantín diputado una de estas noches, porque le podrían dar un susto monumental…
Invitación
A partir de este 17 de febrero se exhibirá en los cines de Victoria la película “Lo que de verdad importa”, producida por Paco Arango, de la Fundación Aladina, un divertido y aleccionador filme cuya taquilla será entregada totalmente a instituciones dedicadas a atender niños con cáncer.
Es indispensable la colaboración de todos, porque de acuerdo a lo señalado por los organizadores, de no haber asistencia apropiada la película será retirada casi de inmediato. Es hora de ayudar con un poco de nosotros, para tratar de salvar muchas vidas infantiles. Los veré en una de las salas.
Gracias…
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