Aunque se trata de un asunto que no es nuevo, la virtual candidata del PAN a gobernadora del Estado de México, Josefina Vázquez Mota, arrancará la carrera por el puesto del priista Eruviel Dávila envuelta en el escándalo provocado por el financiamiento gubernamental de la fundación “Juntos Podemos” que encabeza la ex candidata presidencial.
Y es que huele a sospechosismo que un régimen priista le eche la mano a una agrupación que preside honorariamente una distinguida militante del PAN, que, además, está determinada a acabar con la hegemonía política tricolor en la entidad nativa del señor de los Pinos.
De acuerdo con la información que se ha dado a conocer sobre el asunto, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto habría otorgado, vía Secretaría de Relaciones Exteriores y del Instituto de Mexicanos en el Exterior, 900 millones de pesos a la organización aludida para beneficiar proyectos de migrantes de nuestro país que radican en los Estados Unidos.
¿Por qué no lo hizo a través del IME que para eso está?
Esa es una de preguntas que se hacen quienes cuestionan la ayuda, igual que los excesivos gastos de operación y los supuestos malos manejos del dinero público que se le entregó, acusaciones que, por supuesto, Vázquez Mota rechaza, ya que, afirma, no ha recibido un peso ni un dólar, que sólo se ha dedicado a tocar puertas para beneficiar a los compatriotas que viven en el otro lado.
La ex Secretaria de Desarrollo Social niega, asimismo, haber pactado a cambio de la ayuda mencionada acuerdos en lo oscurito con nadie y señala que se trata de una campaña de difamación destinada a desacreditarla pero que no la van a detener, se deduce que en sus aspiraciones políticas del Edomex, Estado al que dice que sólo va a dormir, porque está determinada a luchar por ellas.
Declaraciones que remata con la frase, “Voy de frente y no me quito” para que no quede duda de la firmeza de sus pretensiones.
Sean fundadas o infundadas las imputaciones, la realidad es que el revuelo que el asunto ha provocado en los círculos políticos está causando un fuerte impacto en la opinión pública del país y de la entidad que la panista se propone gobernar, sobre todo cuando no son pocos aquellos que piensan que es Vázquez Mota, no el priista Alfredo del Mazo, la carta utilizada por el Revolucionario Institucional para impedir el crecimiento de la izquierda representada por Andrés Manuel López Obrador.
¿En qué medida afectará la definición del sufragio de los electores mexiquenses?
No se tiene idea, sin embargo, si el objetivo de la difusión del asunto era sembrar dudas y suspicacias, particularmente entre los ciudadanos sin partido, parece que ya se ha conseguido, sólo resta saber si será suficiente para decidir el resultado de las votaciones o si no pasará de una simple anécdota.
Los que siguen sin ver la suya, por otra parte, son a los jerarcas del PRD. Después de que se les vino abajo la alianza con el PAN en la disputa del gobierno mexiquense, que era una de las tablitas de salvación de las que disponía el partido político para sobrevivir y evitar los riesgos de la pérdida del registro en la sucesión presidencial del año que viene, sufrió un nuevo revés.
La principal carta con la cuentan para conservar las prerrogativas económicas en la contienda del 2018, el Jefe de Gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, no solamente ha dicho que no se afiliará al Partido del Sol Azteca, sino que ha dejado entrever que podría buscar el puesto de Peña Nieto pero como candidato ciudadano, que, de concretarse, dejaría a los perredistas en el desamparo.
A propósito de asuntos nacionales, desde la óptica de los enterados, el ex rector de la UNAM, José Narro Robles, habría sido un buen prospecto del PRI para pelear la presidencia de la República si no hubiera aceptado el nombramiento de Secretario de Salud del gabinete presidencial.
Con la marca del tricolor en la frente, sin embargo, será muy difícil que el médico ayude al priismo a conseguir la segunda posición de las votaciones presidenciales, que es, a decir de los especialistas, a lo más que podría aspirar el partido político que gobierna al país en las actuales circunstancias de animadversión popular.
Sin ese desliz, quizá el médico tendría un escenario menos adverso, pero al aceptar el cargo, automáticamente se ha ganado el rechazo de los
votantes apartidistas.
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