30 diciembre, 2025

30 diciembre, 2025

La bandera de mi niñez

Llera... siempre es noticia

Hace muchos años, no recuerdo cuantos, pero cada vez que tenía lugar frente al viejo palacio municipal de Llera un evento cívico, quien esto escribe acostumbraba izar y arriar la bandera nacional en la barda de la vieja casona familiar donde vivía, al unísono a como se realizaba en palacio, y esta infantil ocurrencia atraía la atención de las autoridades, maestros, alumnos y pueblo en general.

Todo iba bien hasta que la autoridad del municipio pidió a mi padre que me obligara a no hacerlo porque distraía el evento oficial, pues aunque no lo crean pero atraía más el rústico izamiento de mi bandera nacional que la del propio Ayuntamiento.

Mi bandera yo mismo la fabricaba e incluso la traía todos los días en las bolsas de mi pantalón, nadie me la quitaba y tampoco permitía que lo hicieran.

Pero ante la insistencia de la autoridad municipal tuve que aceptarlo a medias nada más que ahora y a escondidas izaba mi lábaro patrio incluyendo cuando cursaba mi secundaria.

Cuantos años fueron, no los recuerdo pero fueron los mismos que me llevó terminar mi instrucción primaria en la escuela “Lauro Aguirre“.

Después me fui a estudiar la secundaria a Ciudad Victoria y cada vez que regresaba al pueblo de mis mayores hacía lo mismo.

Nadie detuvo esta práctica.

Posteriormente ingresé a la preparatoria y mis convicciones liberales me llevaron junto con otros jóvenes a fundar e ingresar a la Logia AJEFE “Genaro G. Ruíz” para después pasar a formar parte de Logia “José de Escandón No. 31”, aquella a la que mi padre y un grupo de iniciados masones de Ciudad Victoria fundaron el seis de abril de 1948, convocados por el Ingeniero Darío M. Hernández.

Todo eso se acabó, los liberales de hoy no funcionan, el ABC Femenil se terminó y los jóvenes ajefistas dejaron de tener presencia en el municipio.
Desaparecieron.

La Gran Logia Masónica de Tamaulipas sigue en sueños.

Ese liberalismo y pujanza que demostraron tener hasta hace veinte años ya no queda nada, cuando antes no había fecha cívica donde no estuvieran presentes e incluso organizaban concursos de oratoria, declamación, artes plásticas de carácter histórico y se participaba en todos los eventos.

Cada año de aquella fecha el ajefismo organizaba festejos y elegían a la reina del pueblo.

En esos años se practicaba un liberalismo puro, creativo y funcional.

Se fueron los viejos masones y con ellos se acabó la masonería en Llera.

La decadencia tuvo lugar cuando poco a poco metieron la política en la organización, gente que nada sabía de liberalismo y mucho menos sabían de lo que es, era y representaban las logias, gente que vieron en la masonería la oportunidad de ganar cargos públicos o de elección popular pero nada de prácticas e idealismos liberales

Pero hete ahí que no solo la masonería y el ajefismo se fueron abajo también se acabaron los otrora fuertes sectores obrero, popular y agrario junto con las organizaciones femenil y juvenil. De todos esos, incluyendo a los partidos políticos de oposición solo los recuerdos quedan y de sus líderes ni una sombra.

Razón por la cual pregunto ¿Qué queda por hacer?
La respuesta la tienen ustedes y de ustedes queda renovarse o morir pues los jóvenes de ayer cumplimos con nuestra parte…. Ahora la palabra la tiene la juventud de hoy.

HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.

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