CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- De ser el destino favorito de mandatarios mundiales, como el ex presidente George Bush, o de celebridades como Don King y varios Secretarios de Estado, la presa Vicente Guerrero y sus centros ecoturísticos, en Padilla, lucen hoy una imagen de olvido, soledad y abandono.
Hasta el año 2003, la pesca deportiva y las actividades turísticas atraían anualmente a unos cinco mil personas y generaban una derrama económica de 2.5 millones de dólares.
Aquella bonanza terminó, y hoy sobreviven unos pocos puntos de este destino gracias a algunos visitantes esporádicos, ya que la falta de promoción, apoyo y los problemas de inseguridad acabaron con la actividad económica de la zona.
En el recuerdo quedaron las caravanas de norteamericanos que llegaban a descansar en los hoteles y centros de pesca, ubicados en el también llamado “Lago de Guerrero”, lo mismo que algunos notables de la política nacional, como Pedro Aspe Armella, atraídos por la calidad de sus aguas y las especies que ahí se reproducen.
Era la Catedral de la Pesca de la Lobina en México al contar con los mejores trofeos de esta especie, capaz de atraer a pescadores internacionales.
Sin embargo hoy, todo luce en el olvido y solo el 50 por ciento de los centros sobreviven, con la llegada de algunos turistas que acuden a la práctica de la pesca.
Llegaban 5 mil turistas al año
Los 12 centros turísticos que rodeaban la inmensa Presa, en sus mejores tiempos lograron alojar hasta 5 mil turistas al año y obtener ganancias por arriba de los 2 millones y medio de dólares por esta actividad.
La bonanza de la zona de la presa floreció a partir de 1980 y la bonanza duró hasta 1999, según revela el estudio socioeconómico y pesquero de la presa Vicente Guerrero, donde a partir del 2004 inició la caída.
En el documento se señala que mientras en el año de 1999 se registró el récord de turistas atendidos, con una cifra de 4 mil 572 pescadores que visitaron la presa en ese año, a partir del año 2000 el número fue en descenso al registrar en esa fecha, la visita de solo de 3 mil 095 pescadores.
Posteriormente en el año 2002 se registró otra caída de visitantes, originada por la crisis económica de los Estados Unidos, provocando que solo llegaran mil 804 pescadores, situación que no han podido superar ya que a pesar de que en 2004 registraron 2 mil 099 pescadores, para el 2009 la cifra volvió a descender a mil 500.
Para el 2010 la situación de inseguridad que asoló al estado provocó nuevamente la caída del turismo de pesca, con una visita a la zona de 800 pescadores y para el 2011 fue de apenas 500. Fue hasta 2014 que subió a 800, y en 2015 alcanzó más de mil turistas, sin embargo el presunto secuestro de cuatro personas en un campo turístico de la región, impactó la actividad nuevamente.
Eugenio Diez Gutiérrez, representante del centro Villa Náutica, señaló que ante la crisis que vive este sector en la presa Vicente Guerrero, se requiere de apoyos por parte de las autoridades para volver a reactivar estas zonas de esparcimiento que eran generadoras de empleo.
“Para revivir estos lugares se requieren de créditos por parte de los organismos gubernamentales, con el fin de contar con recursos para poder darle una manita de gato a las instalaciones, para poder levantarlas”.
Dijo que estos centros son generadores de riqueza, porque dan empleo a la gente de los municipios cercanos, sin embargo se requiere también del apoyo de las autoridades, ya que hasta este momento están casi en el olvido.
Viejo Padilla …una historia bajo el agua
Viejo Padilla.- La historia del Viejo Padilla, quedó escondida bajo las aguas de la presa Vicente Guerrero, recuerda don Leonel Narváez Echartea, quien vivió los años gloriosos de este pueblo y metamorfosis que sufrió al ser reubicados más de 3 mil habitantes a un pueblo nuevo.
“Yo llegué en septiembre del año 1951 a Viejo Padilla, tenía 24 años, venía con muchas ganas de trabajar, me hice amigo del presidente municipal, para
que me dejara poner de negocio una cantina”, platica.
Recuerda que no había agua, ni luz, Viejo Padilla era un pueblo con apenas 10 calles, donde sus habitantes vivían de sembrar y cosechar las más de 500 hectáreas agrícolas donde sembraban frijol y maíz”.
En el Viejo Padilla, la gente le gustaba mucho la fiesta, cada sábado y domingo había bailes populares y tenían una feria que duraba 15 días en el mes de junio.
Afirma que en aquel entonces no había ni una sola calle pavimentada, solo la carretera a Matamoros que pasaba por en medio del pueblo.
“En la escuela Miguel Hidalgo, se estudiaba hasta quinto año de primaria nada más y en ese tiempo en el año 1954 el Director era José Mercado y el último que tuvo la escuela fue Domingo Martínez en el año de 1970”.
Agrega que el Viejo Padilla era un pueblo muy pobre, donde la gente vivía del pago de jornal, donde los contrataban para la pizca de algodón que una vez se sembró en esta región y posteriormente en el cultivo del sorgo y maíz.
“Viejo Padilla, contaba con 500 hectáreas para la siembra de diversos cultivos, además de que la gente se dedicaba a la ganadería. Yo fui el primer Presidente de la Asociación Ganadera local”, afirmó.
Señala que lo tradicional del pueblo eran hacer bailes los sábados y domingos, donde iluminaban la plaza principal con una planta de luz.
“Otra de las festividades preferidas de la gente era la feria que se celebraba durante 15 días, cada año en el mes de junio, porque se celebraba al santo patrono de San Antonio de Padua”.
Agrega que en los últimos años del Viejo Padilla, se tenía al padre Frías un cura muy liberal, quien era muy alegre.
“No tenía nada de cura, traía la pistola por fuera y le gustaba la fiesta y hasta el chupe”.
Comenta que dentro del Viejo Padilla, ocupó varios cargos como fue el ser Presidente del Comité Municipal del PRI, Presidente de mejoras materiales,
fundador de la unión ganadera entre otros.
Muchos estaban contra la presa
Don Leonel Narváez, recuerda que cuando los habitantes del Viejo Padilla escucharon la noticia que el gobierno de la República construiría una presa en sus tierras y que las aguas taparían sus viviendas, muchos estuvieron en contra.
“En aquel entonces la presidenta del ejido Viejo Padilla, que era la señora Dolores Rodríguez de Nava, se opuso a la construcción y quiso organizar hasta una marcha a pie desde aquí a la ciudad de México, para hablar con el Presidente de la República y que frenara la obra, pero al no lograrlo, hasta quiso levantarse en armas”.
Fue así como desde el año de 1970 se inició la construcción de viviendas en lo que es ahora el Nuevo Padilla, donde los más de 3 mil habitantes fueron reubicados, mientras que otros fueron movidos al municipio de Abasolo.
Nostalgia del viejo Padilla
Emeterio Reyes, es un pescador que vivió su infancia en el Viejo Padilla, quien recuerda que cursó hasta el quinto año de primaria en la escuela Miguel Hidalgo, la cual una parte yace bajo las aguas, mientras ve con nostalgia que la Iglesia de San Antonio de Padua, se derrumbo casi en su totalidad y ya solo queda en pie una pared.
“Cuando era niño, iba a comprar a la tienda de Don Cuco, que se encontraba cerca de la escuela, ahí vendían de todo, abarrotes, refrescos, ropa, comida e instrumentos de labranza”.
Agrega que también estaba la tienda de la Hacienda de los Celvera, la cual era la más grande de Viejo Padilla, donde iban a comprar todo lo que se necesitaba, desde comida, granos, hasta maquinaria agrícola.
Afirma que el Viejo Padilla estaba divido en tres partes.
“Una era la zona de la Loma que es donde está ahorita el campo pesquero Vicente Guerrero, más allá pegado a la vieja carretera a Matamoros, estaba el Viejo Padilla y un poco más lejos estaba el barrio de Dolores o ejido Dolores, estos últimos reubicados en Abasolo.
Indica que en aquellos tiempos, lo único que le daba vida al Viejo Padilla era la carretera a Matamoros, la cual pasaba por en medio del pueblo.
CAMPOS TURÍSTICOS EN CRISIS
El Sargento
La Paloma
Corona Lodge
El Halcón
Campo La Tortuga
Lago Guerrero
Campo Lago Vista
El Big Bass (cerrado)
La Isla (cerrado)
Hacienda Las Palmas
(cerrado)
Rancho El Caracol (cerrado)
Don Hacienda Don Quixote (cerrado)
LOS DATOS
Campos, del auge a la decadencia
En el año de 1999 lograron captar 4 mil 472 turistas
En el 2010 apenas llegaron 800 pescadores
En el 2011 fueron 500
En el 2013 llegaron 600
En el 2014 captaron 800
En el 2015 llegaron 1,000