Decir que en Victoria, la capital de este aún dolido y maltrecho Estado de Tamaulipas, no pasa nada sería una insensatez, pero a mí y se que a muchos de los victorenses nos duele más que haya a quienes desde esta tierra bendita y fuera de ella pareciera que quisiera que nos vaya peor y cuando no es así, lo que ocurre lo magnifican por motivaciones mezquinas.
Así es mis queridos boes, la semana que pasó fue especialmente difícil en términos de seguridad, 29 reos se escaparon del Penal de Victoria y el reclusorio vivió además dos motines que dejaron como saldo 3 muertos y un herido.
Al final del fin de semana ya se habían capturado a 15 y la cárcel estaba otra vez en calma, con visitas familiares y demás.
Todo eso duele, las balaceras de las semanas, meses y años anteriores claro que duelen, pero duele más, insisto, que algunos traten de convencernos de que la situación es diez veces peor que la realidad y apuesten a que haya más sangre, más tragedia para que a quienes nos gobiernan les vaya mal, sin percatarse de que de hacerse realidad su deseo también a ellos les irá muy, pero muy mal.
En Victoria todos los domingos, desde hace más de seis años se cierra la Avenida Francisco I. Madero para dar paso a miles de peatones en lo que desde entonces se ha llamado Libre 17, una iniciativa de la sociedad civil.
Ayer en especial, Libre 17 lució a reventar, miles fueron a oír a chavos cantar, bailar, declamar, cientos sacaron a sus perros a pasear y muchos más a bailar con los grupos apostados en las esquinas de las calles.
Todo lo anterior se dio al mismo tiempo en que había post en las redes sociales y análisis en algunos medios digitales de quienes, insisto, quieren que a Victoria le vaya mal, a Tamaulipas le vaya mal, a los ciudadanos de bien nos vaya mal.
Es fácil encontrar, por ejemplo, quienes cuestionan que el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca se haya ido a promover las bondades de Tamaulipas a China y Corea, en busca de traer inversiones y con ello empleos que tanta falta hacen.
Para los autores de esos análisis, nada tendría que hacerse mientras haya brotes de inseguridad, para esos lo ocurrido en el penal era suficiente para que el Gobernador dejara pasar la oportunidad de traer inversiones que compensen las que por las amenazas gringas podrían irse del estado.
Sus autores de hecho son los mismos que pintan a Victoria y a Tamaulipas como si esto fuera Siria o Irak, muchos de ellos son los mismos que en el sexenio pasado y el anterior no veían ni oían balas.
En verdad, no pretendo cubrir que en Tamaulipas hay problemas de inseguridad, a veces hacen crisis, duelen desde luego, pero todos los días miles y miles salimos a trabajar, miles de niños y jóvenes van a las escuelas y miles juegan fútbol los fines de semana, hay bodas, quinceañeras, fiestas de cumpleaños y carnes asadas por el simple gusto de hacerlas.
Porque no todos estamos en guerra, porque no a todos nos están persiguiendo, porque habemos miles que preferimos ver lo positivo de Victoria, de Tamaulipas, y no nos motiva nuestra relación con el gobierno en turno, por cierto el local emanado del PRI, Óscar Almaraz y el estatal del PAN, Cabeza de Vaca, porque a ambos les deseamos éxito, porque su éxito significaría bienestar para todos.
Lástima, insisto, que haya quienes quieran desde dentro y desde fuera que todos los días haya tragedia en Victoria y en Tamaulipas, porque pertenecen a tal o cual partido, porque ahora no hay negocio particular, porque creen que exagerando obtendrán tal vez los premios que obtenían en el pasado, cuando no veían, ni oían. Ojalá que sus deseos no se cumplan.
Ojo al COBAT…
Ayer me escribieron del Colegio de Bachilleres de Tamaulipas, me dicen que tras la triste muerte de su ex titular Pablo Cantú hay mucha gente nerviosa, sobre todo entre los nuevos jefes de filia panista, quienes aún no tienen nombramiento formal.
Cuestionan, por ejemplo, la permanencia de la contadora Verónica Marroquín quien tiene ya hartos años en el área que maneja recursos humanos, pese a verse visto envuelta en el escándalo del desfalco de 30 millones hace unos años.
También señalan que en el departamento de psicología hay un estudiante de la misma carrera como titular; es decir, sin título profesional. Hacen pues el llamado a la Contraloría estatal para que le ponga el ojo al COBAT. Servidos.
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