Chagas es la enfermedad silencionsa que afecta entre 8 y 11 millones de personas en el mundo y es transmitida por un insecto común en varias partes de México y América conocido como chinche y es potencialmente mortal.
Los insectos se encuentran en casas hechas de materiales como barro, adobe, paja y techo de palma. Durante el día, los insectos se ocultan en las grietas de las paredes y los techos y, durante la noche, cuando los residentes están durmiendo, salen de sus escondites. Debido a que tienden a picar la cara de las personas, a los insectos triatominos también se les conoce como “chinches besucones”.
Después de que pican e ingieren la sangre, defecan sobre la persona. La persona puede quedar infectada si los parásitos de T. cruzi presentes en las heces del insecto entran al cuerpo a través de las membranas mucosas o de cortadas en la piel. Sin darse cuenta, la persona dormida puede accidentalmente rascarse o restregarse las heces en la herida dejada por la picadura, en los ojos o en la boca.
La enfermedad se divide en dos fases: aguda y crónica. La aguda se presenta tras las primeras semanas después de la picadura. Generalmente pasa desapercibida porque no muestra síntomas o exhibe solo signos y síntomas leves que no son exclusivos de la enfermedad de Chagas.
Los síntomas que nota el paciente pueden incluir fiebre, fatiga, dolor en cuerpo, dolor de cabeza, sarpullido, pérdida de apetito, diarrea y vómito. Los signos detectados en la exploración física pueden incluir agrandamiento leve del hígado o el bazo, inflamación de los ganglios e inflamación local (un chagoma), en el lugar por donde el parásito entró en el cuerpo.
Durante la fase crónica, la infección puede permanecer asintomática durante décadas o incluso de por vida. Sin embargo, algunas personas presentan:
complicaciones cardíacas, las cuales pueden incluir agrandamiento del corazón (miocardiopatía), insuficiencia cardíaca, alteración del ritmo o frecuencia cardíaca y paro cardíaco (muerte súbita); o complicaciones intestinales, que pueden incluir un agrandamiento del esófago (megaesófago) o del colon (megacolon) y pueden causar dificultades para comer o defecar.
La enfermedad de Chagas puede tratarse con benznidazol, y también con nifurtimox, que matan al parásito. Ambos medicamentos son eficaces casi al 100% para curar la enfermedad si se administran al comienzo de la infección en la etapa aguda, incluso en los casos de transmisión congénita. Sin embargo, su eficacia disminuye a medida que transcurre más tiempo desde el inicio de la infección.
El tratamiento con estos medicamentos también está indicado en caso de reactivación de la infección (por ejemplo, por inmunodepresión) y en los pacientes al principio de la fase crónica.
Prevención y control:
- Rociamiento de las casas y sus alrededores con insecticidas;
- mejora de las viviendas y su limpieza para prevenir la infestación por el vector;
- medidas preventivas personales, como el empleo de mosquiteros;
- buenas prácticas higiénicas en la preparación, el transporte, el almacenamiento y el consumo de los alimentos;
- cribado de la sangre donada;
- pruebas de cribado en órganos, tejidos o células donados y en los receptores de estos;
- cribado de los recién nacidos y otros niños de las madres infectadas, para diagnosticar y tratar tempranamente el problema.
Con información de Debate.