El tema de su agenda es cien por ciento ganador: digamos que es el rostro amable de la política pública, emanada de la alternancia. El Secretario de Desarrollo y Bienestar Social, Gerardo Peña Flores iniciará en breve, la estrategia de respaldo a los grupos ciudadanos más vulnerables.
No conocemos aún, de que manera va a desplegar sus programas asistenciales, pero si lo hace adecuadamente, seguramente que cosechará los afectos de las familias más necesitadas. Será entonces, cuando el actual sexenio, empezará a generar el combustible político requerido, para acelerar el paso, y lograr el reconocimiento entre los tamaulipecos con menos recursos.
Para lograrlo, Peña Flores debe cumplir al menos con ciertos principios básicos, en toda política social que se precie de ser íntegra, e inteligente: primero, no ponerle colores al dinero público, porque generaría reacciones, y opacaría la noble visión de Estado, orientada a paliar la pobreza y el desamparo. Nuestro joven funcionario tamaulipeco, deberá hacer el bien, sin mirar a quien.
Hay que reconocerlo: hace falta mucho calorcito, en materia de programas sociales, porque el sexenio que se fue, se portó medio tacaño con las familias: redujo las despensas, acortó el programa de becas, y al final de la administración, ya ni para el café le querían dar a los familiares que llegaron a tocar las puertas del gobierno para velar a sus deudos, víctimas de la violencia.
Uno de los ases bajo la manga, que trae el Secretario Peña Flores, es la implementación de descuentos, del 25 y 30 por ciento en la compra de los productos de la canasta básica.
Bienvenidas, estas y otras acciones, de similar naturaleza. Lo repito, siempre y cuando, se apliquen con un criterio social, descafeinado de partidarismos. Finalmente, los beneficios en materia de capital político, llegan por si solos, en su momento justo. Pero mientras eso ocurre, hay que
extender lo más que se pueda la sombrilla, para que les tape el sol a todos.
El brazo social de los vientos, está por salir al ruedo. Le daremos seguimiento.
Liberan al sacerdote secuestrado en Tampico… con oraciones
El hecho es como para fortalecer la desgastada fe católica: el sacerdote Óscar López Navarro fue liberado, sin que se pagara un centavo por su rescate. Los plagiarios habían pedido dos millones de pesos, pero la Iglesia del sur, les dijo en voz de su obispo José Luis Dibildox, que no había lana. O sea, que, literalmente dejaron al desdichado cura, en las manos de Dios. Y fue Dios quien acudió a su llamado. Porque, los malosos, recibieron más de dos millones, pero… de rezos y de súplicas cristianas.
El jefe de la diócesis porteña, dio las gracias en el siguiente orden: primero a Dios todopoderoso, después a la gente y a sus oraciones, y en tercer lugar a los medios de comunicación que tuvieron también su pedacito de gloria, al divulgar ampliamente el caso, a nivel nacional.
Lo único que, por lo pronto, nadie podrá remediar, es el tremendo susto que se llevó el párroco. Por eso, según explicaron, después de ser liberado, López Navarro ha sido enviado a descansar, fuera de Tamaulipas, y al mismo tiempo recibirá ayuda psicológica, “para que se tranquilice”.
El Secretario General de Gobierno, César Verástegui, estuvo pendiente de los resultados.
Para concluir este amargo episodio, una frase del Obispo, que seguramente quedará para el anecdotario:
– Esto, no es tarea fácil, a este monstruo de la inseguridad, lo dejaron crecer demasiado.
Hoy concluye la gira del Gobernador por China
A partir de hoy viernes, concluye la gira de la comitiva de la CONAGO a China. Son más de trece mil kilómetros de una distancia cultural y económica, que deberá rendir frutos, en materia de comercio, especialmente el que se relaciona con la industria petroquímica. Esperamos las buenas nuevas de la gira, que seguramente se darán a conocer de inmediato.
Ofrece la UAT, conferencia sobre mediación de paz
Cientos de estudiantes, acudieron este jueves a la conferencia, “Mediación para una cultura de paz”, dictada por el profesor José Ives Soberón Mejía, en el auditorio de la unidad de Trabajo Social y Ciencias para el desarrollo Humano.
El catedrático de la UAT, con maestría en conflictología, con especialidad en mediación familiar y educativa de la universidad Oberta de Catalunya, destacó la enorme trascendencia del tema: “Este, dijo, no es ajeno a nosotros, pues siempre hay conflictos por resolver, tanto en el campus, como hacia el seno de la comunidad, en todos los ámbitos sociales”. “Debemos aprender a negociar y a mediar para evitar los conflictos. Hacerlo equivale a construir una cultura de paz”, subrayó.
