Para los panistas del área metropolitana del sur de Tamaulipas, entre estos la regidora Teresa Sosa Garza, la ola de protestas formuladas contra la Comapa de la zona conurbada a raíz de la suspensión del servicio que dejó sin agua a cien colonias durante varios días tiene un trasfondo político.
Por supuesto que sí.
Hay adversarios de Acción Nacional que están aprovechando la ocasión para sacarle ganancia al problema así como a la falta de oficio demostrado por los responsables del funcionamiento de la comisión de agua potable de la ciudad para resolverlo.
Y el golpeteo aumentará y subirá detono a medida que se acerque la fecha de los procesos electorales.
Es cierto que, como ha dicho la edil blanquiazul del ayuntamiento de Tampico, las causas de las constantes fugas de agua que sufre la población no es la ineptitud de los funcionarios sino el pésimo estado en el que se encuentra la red de tubería desde hace décadas y que los que les antecedieron en la operación de la paraestatal hicieron poco o nada para resolverlo.
Pero, además de quejarse, los administradores de la potabilizadora tienen que probar con hechos que están haciendo mejor las cosas que los priistas que manejaban el organismo operador del suministro del líquido a la población antes del primer día de octubre del 2016.
Acabar, por ejemplo, con abusos como el que una casa habitación deshabitada pague un consumo superior que cuando vive en ella una familia, si las autoridades en turno que encabeza Manuel Adolfo Cabal Ruiz quieren congraciarse con los usuarios del servicio y que estos dejen de quejarse.
Ellos tienen en sus manos la lista de los consumidores y conocen con detalle y precisión que no son pocos los casos en los que los dueños de algunas grandes residencias pagan menos que los de los de un departamento de interés social, así como aquellos que adeudan sumas millonarias a la
potabilizadora sin que les hayan suspendido el servicio como se hace a menudo con los deudores pobres.
Si mal no recordamos, cuando el ex priista Mario Leal Rodríguez, quien actualmente se desempeña como Subsecretario de Educación del gobierno del Estado, estaba al frente de la paraestatal, exhibió públicamente a muchos de los morosos de la clase acomodada, medida que provocó reacciones de irritación y malestar entre los balconeados.
Según denuncias de panistas, por otra parte, en la Oficina Fiscal de ciudad Madero es complicado pagar la tenencia vehicular. Los empleados exigen a los contribuyentes, además de copias de toda clase de documentos, licencia de manejo vigente del Estado, no aceptan de otras entidades a pesar de que son documentos válidos en todo el país, y si no la presentan les imponen una fuerte multa.
Esa exigencia ha obligado a que muchos tributarios opten por hacer el pago en poblaciones de Veracruz y San Luis Potosí, como Pánuco y Ebano.
Teóricamente los empleados deben de empezar a atender al público a las 8 de la mañana pero no es así. Antes, salen al puesto de al lado de la dependencia a comprar el almuerzo por lo que abren las ventanillas hasta la 8.30 o 9 horas.
Hablando de otras cosas, la detención en los Estados Unidos, por presuntos nexos con la delincuencia, del fiscal del Estado de Nayarit, Edgar Veytia, exhibió en el ámbito internacional el grado de corrupción que prevalece entre las autoridades de investigación y procuración de justicia de México.
¿Cómo es posible que, en tanto que en el extranjero sabían con lujo de detalles este tipo de información, en nuestro país nadie estaba al tanto de sus actividades ilegales del implicado?
Y que mientras que en un dos por tres dieron con el paradero del que robó la camiseta a Tom Brady, el quarter back de los Patriotas, tras el triunfo en el Superbowl, a cinco meses que tiene como prófugo de la justicia, es fecha que no localizan al ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.
También huele a sospechosismo que cada vez que un juez gira una orden de aprehensión contra ex gobernadores y otros ex funcionarios públicos corruptos siempre lo hace cuando los acusados huyeron. jlhbib2335@gmail.com
