29 diciembre, 2025

29 diciembre, 2025

Laberintos del poder

Dos ¿o tres? lecturas…

Laberintos del poder

Pocas veces un “tweet” o “tuit” ha tenido mayor valor en Tamaulipas, por su oportunidad e impacto social, que el publicado ayer por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.

El mensaje directo del mandatario emitido este domingo, del cual a estas alturas casi todos conocemos su contenido, precisa la postura del Ejecutivo estatal sobre las reformas al Código Penal de la Entidad aprobadas por el Congreso Local, las cuales provocaron un revuelo mayúsculo en todos los sectores dentro y fuera del Estado al interpretarlas como una probable amenaza a la libertad de expresión, cuando su objetivo fundamental es apoyar en
todos los frentes la lucha contra la delincuencia.

En ese texto anunció –y después un comunicado oficial lo confirmó– que no promulgará las adecuaciones mencionadas y éstas se ajustarán a la brevedad para garantizar el derecho constitucional citado.

El anuncio del Gobernador tiene en la opinión de su servidor, dos lecturas paralelas igualmente importantes.

Si me permite, expondré mi primera percepción.

Sin duda alguna, la decisión del Gobernador merece un reconocimiento general. No es fácil para nadie aceptar la posibilidad de un error y mucho menos en una iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo al Legislativo para su aprobación. Y sin embargo, sobre esas circunstancias Francisco García lo hizo.

Para quien esto escribe, esta es una de las mejores pruebas ofrecidas hasta ahora por el mandatario de dos ofrecimientos expuestos por él mismo desde
el inicio de su administración: Que su tarea se encamina al beneficio de todos y en especial que escucha la voz de la sociedad para lograr ese objetivo. Bien por esa señal de madurez política.

La segunda lectura es sin embargo, menos positiva.

En la elaboración de esa propuesta de reforma al Código Penal intervino con certeza mucha gente. Expertos juristas, abogados prestigiados y figuras legislativas de ayer y hoy entre muchos más. Y con todo y eso, al poner ellos en manos de los diputados esa iniciativa mostraron no sólo impreparación sino también descuido hacia la imagen del Gobierno del Estado.

No es “pecata minuta” lo señalado. Ahora el propio Gobernador despejó las dudas y  evitó mayores complicaciones.

¿Y el Congreso?
Me quedé corto al manejar dos lecturas sobre el tema manejado líneas arriba. Existe una tercera y es preocupante.

¿Dónde estaba la mente de los diputados, sin importar su filiación partidista, que ninguno de ellos percibió que lo que estaban aprobando arrojaría consecuencias negativas como las vividas?

Si lo hicieron algunos afines al partido gobernante por “quedar bien”, malo. Y si otros de ideología diferente lo hicieron para que el Gobierno Estatal “quedara mal”, peor; porque entonces quedaría claro que el Congreso tamaulipeco decide por conveniencias personales o interés sectario y no por el beneficio de quienes representan.

Sí. Es inquietante…

La frase de hoy
“La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oir”…
George Orwell /Escritor y periodista británico

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