A los mexicanos los partidos políticos nos cuestan casi 4 mil millones de pesos al año, dinero con el que bien podrían hacerse hospitales, carreteras, escuelas y ayudar a miles de ciudadanos hambrientos; alimentamos a nuestro propio depredador.
Así es mis queridos boes, otro dato que da ganas de mentar madres es que al Instituto Nacional Electoral le daremos entre todos más de 11 mil millones de pesos en este año, también dinero que parece echado a la letrina, si es que comparamos lo oneroso que nos resulta con los resultados que ofrece.
Y es que todo ese gasto nos da como resultado gobernadores como Javier Duarte de Ochoa en Veracruz que superó a la más exagerada película sobre la corrupción en México, a un César Duarte que no cantó mal las rancheras en Chihuahua y hasta con banco propio terminó.
Roberto Borge que hizo de Quintana Roo su negocio de bienes raíces, a Guillermo Padrés que en Sonora la mayor obra que realizó fue una presa para su uso particular, un Rodrigo Medina que salió multimillonario junto a su familia en Nuevo León. Alcaldes como Layín que tan descarado acepta que roba, pero poquito, un Pepe Elías Leal de Reynosa cuya cola dejó huella en ese municipio o un presidente de la República cuya mujer se despachó con su Casa Blanca.
Con tremendo presupuesto pagamos al Congreso federal para que los del PRI por ejemplo escondan a uno de los suyos acusado de fraude millonario en Chihuahua hasta que logró un amparo que le permite seguir libre. O que los del PAN disfruten de moches y los del PRD y Morena con una mano señalen la corrupción y con la otra se guarden los cañonazos de billetes que los tranquilizan.
El tema viene a colación porque estamos en año electoral, en el Edomex se definirá en buena medida lo que será la elección del 2018 en que escogeremos nuevo presidente y sería el momento justo para que no olvidemos lo que nos ha pasado con los partidos y sus dirigentes.
Ahí en el Edomex, la tierra de Enrique Peña Nieto las encuestas marcan una elección de tercios, es decir, que PRI, PAN y Morena tienen la posibilidad de ganar.
¿Es decir que los mexiquenses como el resto de los mexicanos olvidan o perdonan o ni siquiera se sienten agraviados por los partidos?
Creo que en el esto del país estamos a tiempo de evaluar lo que cada instituto ha hecho para que este sufrido país este cómo está, pudriéndose en la corrupción, desangrándose por la inseguridad, hundiéndose ante la indiferencia colectiva.
En México, aunque se ven destellos de despertar, las evidencias demuestran que somos capaces de perdonar que nos roben, que se burlen, que nos pisoteen, que nos avergüencen ante el mundo, que jueguen con nuestro futuro y que nos quedemos callados, impávidos.
Ojalá que en la patria chica, en Tamaulipas, ese despertar que echó al PRI del poder el año pasado, luego de 86 años, y que le dio oportunidad al PAN, se mantenga vivo, crezca y sirva como coadyuvante o fiscal ciudadano anticorrupción y mantenga al nuevo gobierno en la ruta que ofertó para acceder al Palacio de Gobierno. Sino estaremos en el mismo proceso de descomposición que el resto del país.
La reforma a la ‘reforma’…
Ayer el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca hizo referencia al ‘veto’ que impuso a la reforma al Código Penal que había aprobado por unanimidad el Congreso Local, reiteró que congruente con su lucha en favor de la libertad de expresión decidió no promulgar dicha ley y por eso se había mandado un nuevo documento con total respeto a esos derechos.
Cabeza de Vaca hizo referencia a las redes sociales que, recordó, fueron fundamentales en la alternancia que él encabeza.
Por su parte el líder del Congreso, Carlos García señaló que esta vez no habrá dispensa de trámite, que el nuevo documento sería revisado a plenitud y que se turnaría a las comisiones pertinentes.
Consideró el matamorense que en unas dos semanas la nueva propuesta de reforma sería presentada ante el pleno para su discusión y en su caso aprobación. No habrá, reiteró, fast track.
Victoria contra los baches…
Como lo hemos visto en los videos de Facebook, ayer fue presentada en Victoria una máquina de última generación para la reparación de baches llamada Jetpatcher.
En la demostración a manera de capacitación que se le dio al persona de Obras Públicas municipales se pudo comprobar que el trabajo sobre un bache de un metro cuadrado en el que el personal, con la técnica tradicional, tarda hasta 30 minutos en la reparación, la máquina, traída de Nueva Zelanda, lo hace en máximo dos minutos.
El alcalde Óscar Almaraz puso a disposición dos equipos que darán la batalla a los baches, mismos que también reducen al 50 por ciento la necesidad del personal.
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