Seguramente, en algún momento, leíste o escuchaste que si orinabas dentro de una piscina corrías el riesgo de ser descubierto, esto gracias a un “líquido” que cambiaría el color del agua al momento de orinar, pero ¿la sustancia existe realmente?, ¿qué es lo que puede ocurrir si hacemos del baño en una alberca? Te contamos.
Actualmente no se ha comprobado que exista un líquido que “ponga en evidencia” a las personas que hacen o no sus necesidades fisiológicas en la piscina. El hecho, más que una acción de poca higiene y educación, es una cuestión de salud, así lo revela un estudio realizado por la Universidad Agrícola de China.
Nuestra orina contiene ácido úrico ( C₅H₄N₄O₃), el cual se puede mezclar con el cloro que hay en el agua de las albercas. La combinación que ocurre entre ambos crea tricloramina (NCl₃) y cloruro de cianógeno (CNCL), compuestos químicos nocivos para la salud, ya que pueden ocasionar problemas en los pulmones, sistema nervioso y corazón.
Otros de los líquidos que despide nuestro cuerpo es el sudor, éste también tiene ácido úrico y, por ende, también contamina y afecta, aunque no de manera considerable como es en el caso de la orina, ya que el 90% de esta sustancia (en orina) resalta en las piscinas.
Es decir, es la propia orina la que puede ocasionar los daños a nuestra salud al estar en contacto con el agua clorificada. En las encuestas que se realizaron, una de cada cinco personas admitió hacer del baño en estos espacios públicos. Y tú, ¿lo has hecho?
Con información de Tec Review.