El Estado Islámico aseguró que la bomba arrojada ayer por Estados Unidos, no causó la muerte de ninguno de sus soldados, como lo aseguró el gobierno de Washington.
La “poderosa” arma de los estadounidenses no logró derribar a la capacidad de operación del país de Asia Central. El ataque fue lanzado en Nagarhar con un misil de tipo GBU-43/B.
A pesar de lo declarado por el EI, el comunicador afgano Muhammad Radmanish dijo que al menos 36 miembros de la organización terrorista murieron por el bombardeo. La versión due verificada por el general John Nicholson, comandante de las fuerzas armadas.
Con información de Terra.
