Un colectivo científico realizó la primera protesta en el espacio exterior, el que apuntó contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Fue el miércoles pasado, en el aniversario del cosmonauta ruso Yuri Gagarin quien se convirtió en el primer humano en el espacio –hace 56 años–, cuando la Red de la Agencia Espacial Autónoma (ASAN por sus siglas en inglés y que justamente coincide con NASA al revés) lanzó un globo meteorológico a 90.000 pies de altura con un mensaje escrito en un formato Twitter, la red social favorita del mandatario estadounidense.
“LOOK AT THAT, YOU SON OF A BITCH” (Mira eso, hijo de puta)“, decía el cartel pegado al globo.
LOOK AT THAT, YOU SON OF A BITCHhttps://t.co/Vu7q2j8g1t pic.twitter.com/EU1obtes4q
— Autonomous Space Agency Network (@ASANspace) April 12, 2017
La frase no fue aleatoria. El ASAN utilizó las palabras del astronauta del Apolo 14, Edgar Mitchell, sexta persona en caminar sobre la Luna, quien en su momento habló contra los políticos: “Te dan ganas de agarrar a un político del cuello y arrastrarlo varios millones de millas afuera [del planeta] para decirle: ‘Mira eso, hijo de puta’”.
Tal planteamiento es un ejemplo del efecto perspectiva, que es la de mirar distinto un tema, en este caso a la Tierra con su unidad mundial y la fragilidad del planeta.
Contactados por el Washington Post, la ASAN explicó que la protesta era contra los recortes presupuestarios al programa de Ciencias de la Tierra de la NASA. En específico a cuatro de ellos: al sistema de monitoreo del viento solar DSCOVR, al programa de observación del océano y la atmósfera PACE, al observatorio orbital de carbono OCO-3 y al programa CLARREO.
“No sólo perdemos oportunidades tremendas para aprender de nuestro planeta”, sino que también “Trump pone en peligro la vida de miillones de personas fuera de los Estados Unidos, quienes están en mayor riesgo de desastres relacionados con el cambio climático”, denunció la ASAN.
El colectivo seguirá adelante con más proyecto abiertos.”Estamos para mostrar al mundo que el espacio no es ólo para generales, autócratas y niños multimillonarios”.
Con información de La Tercera.